Numerosos cargos de Izquierda Unida (IU), entre ellos la consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés, acudieron a la ceremonia civil de despedida de Rosario Gálvez, la mujer muerta supuestamente por su ex pareja en Málaga al ser apuñalada según se descubrió el jueves. La víctima de este caso de violencia de género, de 66 años, era una activa militante de IU que trabajó mucho en defensa de las mujeres, que participaba habitualmente en movilizaciones en favor del colectivo y que se movilizaba ante los procesos electorales con su formación política.

Así la recordó, tras el acto de despedida, en declaraciones a Efe el portavoz municipal de IU en el Ayuntamiento malagueño, Eduardo Zorrilla, que acudió ayer al Parque Cementerio de Málaga (Parcemasa), al igual que responsables públicos como el delegado del Gobierno de la Junta en Málaga, José Luis Ruiz Espejo.

El portavoz de IU en el Parlamento de Andalucía, José Antonio Castro; el secretario general del Partido Comunista de Andalucía (PCA) y senador, José Manuel Mariscal; el ex diputado de IU Antonio Romero y ediles de esta formación en el consistorio malagueño también asistieron

Una concentración de repulsa a la violencia machista se convocó por la tarde en la capital a raíz de este último caso, como es costumbre cada vez que ocurre uno.

La víctima es madre del dirigente local de IU en Málaga José Manuel Luque, aunque él no es hijo del presunto autor de la muerte sino de una anterior pareja de ella. El hombre de 68 años que supuestamente la mató, al apuñalarla en la vivienda donde convivían en Málaga, se suicidó después lanzándose al vacío desde un quinto piso. Ella estaba casada en segundas nupcias y compartía el domicilio conyugal con el presunto autor pese a estar divorciados y, según las primeras pesquisas policiales, la víctima le había comunicado su intención de pedirle que abandonara la vivienda.