Málaga

El POT garantiza agua en la próxima década para 378.000 nuevos residentes

El área metropolitana de Málaga podrá crecer en el marco de los próximos diez años en hasta 378.000 nuevos habitantes. Así lo concluye el Plan de Ordenación Territorial (POT) impulsado por la Junta de Andalucía para diseñar el crecimiento de los trece municipios que forman parte de este espacio geográfico y en el que se proponen intervenciones en materia hidráulicas suficientes como para garantizar el abastecimiento de agua a una población total que podría rondar, en 2018, los 1,2 millones de habitantes. Y todo ello sin que se proponga la construcción de presas o embalses.

La afirmación que se realiza en el marco de este informe de carácter supramunicipal, que será debatido el próximo martes con los alcaldes de las localidades afectadas, toma como base los recursos disponibles en la actualidad y los que se van a ir incorporando en los próximos años conforme tomen forma los proyectos puestos sobre la mesa.

En concreto, el equipo redactor del POT habla de la incorporación de al menos 96,98 hectómetros cúbicos de agua mediante la construcción de dos desaladoras, la potenciación de las reservas existentes en el subsuelo y la reducción de las pérdidas de agua que en estos momentos sufren las redes de abastecimiento en el área metropolitana.

El documento hace hincapié en la inclusión de dos plantas de desalinización, con capacidad para aportar hasta 40 hectómetros cúbicos de agua al año. Estas dos infraestructuras, de acuerdo con las previsiones de la Junta, quedarán localizadas en la desembocadura del río Guadalhorce, en Málaga capital, y en el municipio de Rincón de la Victoria, muy probablemente junto a la localidad de Vélez-Málaga.

A ello se une la apuesta por aprovechar las aguas residuales procedentes de las depuradoras de Guadalhorce, la de Cártama-Los Alhaurines y las nuevas instalaciones de Álora, Pizarra y Coín. Los cálculos realizados avalan la posibilidad de disponer mediante este mecanismo de unos 60 hectómetros cúbicos al año para riegos, con lo que bajaría considerablemente la explotación de los acuíferos subterráneos. Y, además, se destaca la importancia de renovar las redes de abastecimiento urbano para reducir pérdidas, lo que permitiría ganar una capacidad de casi 17 hectómetros más.

La nueva cultura del agua marca la línea estratégica de los redactores del documento, encabezados por el urbanista Manuel González Fustegueras, rechazando cualquier propuesta de presa. En este sentido, se descarta el proyecto del embalse de Cerro Blanco, que fue puesto sobre la mesa hace varios años, "debido a los problemas medioambientales que provocaría su construcción, frente a la escasa aportación hídrica al sistema en su globalidad".

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios