Málaga

El Palmeral, vedado a los patinadores

  • La Autoridad Portuaria aprueba una ordenanza específica para poner coto a los actos incívicos en los espacios públicos abiertos en suelo portuario · La norma regula el acceso con animales domésticos y acota, de momento, el tránsito con bici

La ley de la calle, normativa con la que el Ayuntamiento de Málaga busca desde hace varios meses poner coto a las conductas incívicas que tienen lugar en la vía pública, llega al puerto y, más en concreto, al Palmeral de las Sorpresas. Los responsables de la Autoridad Portuaria aprobaron hace apenas una semana una ordenanza que recoge la filosofía de la norma municipal con el fin de garantizar el mantenimiento del que, hasta el momento, es el proyecto estrella de la apertura del espacio portuario a la ciudadanía y que ha supuesto una inversión de 30 millones.

Lo elevado del coste y las características de urbanización desarrollada hacen que el Puerto se haya marcado como objetivo prohibir y, llegado el caso, sancionar a los vecinos que vulneren los preceptos contemplados en el documento. A la espera de que sea publicado en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP), lo que podría ocurrir en los próximos días, este periódico ha podido conocer algunos de los detalles del texto, en el que se impide, por ejemplo, el acceso a los patinadores; hacer grafitis, y se multan conductas inadecuadas con perros y otros animales de compañía. En este sentido, los propietarios deberán llevarlos con correa y recoger sus excrementos.

Este paso supone adaptar el funcionamiento interno del espacio portuario conforme a lo que rige en el resto de la urbe, al tiempo que incorpora actitudes no previstas hasta el momento en un espacio con escasa apertura a la ciudad. "Hemos hecho una ordenanza para regular el comportamiento ciudadano en una zona abierta a la ciudad y que no estaba previsto en la norma de la Policía Portuaria", explicó a este periódico el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Linde.

El documento tiene por objeto, según se recoge en su artículo uno, "regular las normas de utilización pública del ámbito denominado zona de uso ciudadano-portuario, administrativa y turística del Puerto, mediante la modulación o limitación de determinados tipos de comportamientos y usos, a modo semejante a otros espacios públicos existentes en la ciudad de Málaga e introduciendo las particularidades propias de un recinto portuario, sirviendo, como herramienta contra las actitudes negligentes, antisociales e irresponsables que puedan deteriorar el referido espacio, haciendo compatible la explotación portuaria y el disfrute común del mismo..."

De acuerdo con el texto, la aplicación de la misma no se reduce al Palmeral de las Sorpresas, sino que se extiende a otros espacios como la estación de cruceros, el futuro espacio comercial del muelle 1 y la zona de oficinas de Muelle Heredia. A juicio del responsable portuario, del texto cabe destacar como elementos más llamativos el no poder pasear con perro estando suelto o desplazarse con patines. "Por lo demás se trata de cuestiones normales, como hacer un uso adecuado de los juegos infantiles", dijo a modo de ejemplo. Linde precisó que al tratarse de una zona bajo la gestión del Puerto, la imposición de sanciones corresponde a la Policía Portuaria. Lo que no supo precisar es el montante de las multas de las que puedan ser objeto los cientos de vecinos que, especialmente los fines de semana, acuden a una de las actuaciones estrella del Plan Especial del Puerto.

Una de las cuestiones recogidas en la ordenanza es la relativa a la utilización de bicicletas para deambular por esta franja de terreno. Según indica el documento, ello será posible por los espacios que estén delimitados para ello. ¿Pero hay alguno? "Estamos a la espera de ver qué pasa con el tercer carril", respondió Linde. Es decir, que con la configuración actual también queda prohibido ir en bici. Una cuestión de compleja resolución para los ciclistas si se tiene en cuenta que hasta el momento el Ayuntamiento se ha negado a crear un carril bici en el espacio ganado tras el retranqueo de la verja.

Otras fuentes consultadas por este periódico explicaron que actitudes que también quedan prohibidas bajo amenaza de sanción son, por ejemplo, escupir, tomar bebidas alcohólicas... A estos preceptos, de carácter si cabe más ciudadano, se añaden otras conductas de tipo portuario. "Por ejemplo, se prohíbe a los visitantes bañarse en la dársena o ponerse a pescar en la misma o coger agua de la toma de los barcos...", añadieron.

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