Málaga

Una plaza de El Palo lleva el nombre de uno de los fundadores de la Peña El Palustre

  • Es un nuevo espacio, inaugurado como Plaza Demófilo Peláez, que surge tras la demolición de un edificio, en la zona del conocido como cruce de Las cuatro esquinas 

Inauguración de la plaza Demófilo Peláez este viernes.

Inauguración de la plaza Demófilo Peláez este viernes.

Desde este jueves una plaza ubicada en el barrio de El Palo lleva el nombre del constructor, socio fundador de la Peña Recreativa El Palustre y uno de los creadores e impulsores del concurso nacional de albañilería de esta misma peña, Demófilo Peláez.

Se trata de una nueva plaza, que surge tras la demolición de un edificio, en la zona del conocido como cruce de Las cuatro esquinas de El Palo, han explicado desde el Ayuntamiento en un comunicado.

El encargado de descubrir la placa que da nombre a la plaza es el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, acompañado por el portavoz del equipo de gobierno y concejal del distrito Málaga Este, Carlos Conde, la concejala de Cultura, Gemma del Corral, y familiares del homenajeado.

Por su parte, la denominación de esta vía de la ciudad fue solicitada por la Junta de Distrito Málaga Este tras la aprobación por unanimidad en el Consejo Territorial del Distrito. Así, la Comisión Técnica de calles, celebrada el pasado 22 de febrero, le dio el visto bueno y el 12 de marzo De la Torre firmó la resolución.

Demófilo Peláez nació el 17 de junio de 1931 en Pedregalejo, aunque a los pocos años fue a vivir a El Palo, barrio donde desarrolló toda su vida. Tras realizar los estudios más básicos, con unos once años comenzó a trabajar en una empresa donde su padre era el encargado principal, mientras que por las noches iba a la Escuela de Artes y Oficios, en calle Compañía.

Su gran afición por la albañilería y su afán de superación hicieron que muy pronto empezase a destacar como "un albañil de mucho futuro", han explicado desde la Peña El Palustre. Su última obra en la empresa del Maestro Mora, y con su padre de encargado, fue la capilla del Colegio de la Asunción, "una maravilla de trabajo y que él mismo denominó su obra escuela", aseguran desde la peña.

Después de hacer el servicio militar en Burgos, Peláez crea su propia empresa en Málaga, y cuando ésta comienza a consolidarse, el malagueño empezó a ejercer una labor social entre los más necesitados de la barriada, incluso haciendo reformas de vivienda en muy mal estado, han resaltado.

Asimismo, en Navidad se encargaba de visitar a las familias menos pudientes para llevarles paquetes de los alimentos más necesarios y ofrecerles su amistad y calor, aseguran desde la Peña que él mismo fundó.

Así, han incidido en que fue un gran constructor reconocido en toda Málaga por técnicos, arquitectos y el mundo de la construcción en general que hizo numerosos bloques de viviendas, colegios, casas unifamiliares, entidades bancarias y de seguros, centros residenciales y sociales, edificios sanitarios, reformas, etcétera.

Otra faceta de su vida fue la de peñista, han señalado, siendo uno de los fundadores de la Peña El Palustre a la que siempre consideró su segunda casa y un santuario de amistad.

También fue uno de los creadores del concurso de albañilería de dicha asociación. De este evento, que el pasado 2016 cumplió su 50 aniversario, diseñó los ejercicios del mismo en 42 ocasiones.

Además, en 1973 junto a varios presidentes de peñas creó la Agrupación de Peñas, siendo Demófilo Peláez su primer presidente. Por su labor como peñista fue distinguido por numerosas entidades, destacando entre ellas el Escudo de Oro de la Peña El Palustre, la Medalla de Plata del Colegio de Aparejadores, o el Escudo de oro de la federación Malagueña de Peñas.

Peláez falleció el 28 de marzo del pasado 2016 y, según han querido destacar sus vecinos, "en su funeral la Iglesia se quedó pequeña y las calles se colapsaron de personas que quisieron darle su último adiós a este gran hombre".

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