Reducir las lesiones en las carreteras y a su vez reutilizar materiales de difícil degradación es el objetivo del profesor, jurista y asesor fiscal de Almogía (Málaga) Francisco Caro, quien ha patentado un protector de guardarrailes pensado para fabricarse con ruedas de caucho recicladas.

El sistema consiste en dos cilindros que, encajados en el guardarrail, giran un máximo de 45 grados al recibir el impacto del accidentado y lo arropan de forma que evitan su desplazamiento hacia la vía y con ello el riesgo de ser atropellado por otro vehículo.

Según ha explicado Caro a EFE, este protector disminuye del cien al veinte por ciento los daños corporales causados por los guardarrailes en accidentes de tráfico, como amputación de miembros, tetraplejia o incluso la muerte.

Aunque podrían fabricarse en cualquier material -ha indicado- su proyecto está orientado a la elaboración con un producto resultante del reciclado del caucho de las ruedas de los vehículos, por lo que su coste es "muy bajo" y se cifra en cuatro euros por protector.

Caro ha destacado que el tiempo de fabricación de estos dispositivos se ha calculado en unos 2.500 moldes a la hora y su colocación sería "rápida y limpia" y se pueden instalar tanto en las carreteras ya existentes como en las de nueva construcción.

Además de servir de protección a los guardarrailes, este sistema "mejora la señalización de la calzada" y se ajusta "en diseño y reglamento" a las actuales señales colocadas por la Dirección General del Tráfico, ha afirmado Caro.

De igual modo, el creador de estos protectores de guardarrailes propone su uso como pantallas publicitarias en vías urbanas de circulación lenta.

Caro ha destacado también la creación de puestos de trabajo que causaría la fabricación de este sistema a través de la instalación de plantas de reciclado y fabricación en localidades con altos índices de paro.