Málaga

Piden 20 años de cárcel para dos etarras que colocaron un coche-bomba en MarbellaEl bebé chino ingresado por presuntos malos tratos recibe el alta

  • La fiscal Teresa Sandoval acusa a Andoni Otegi y Óscar Zelarain por varios delitosEl lactante de siete meses supuestamente sufre el 'síndrome del zarandeo'

La Fiscalía de la Audiencia Nacional mantuvo ayer su petición de veinte años y tres meses de prisión para los miembros del comando Argala Andoni Otegi y Óscar Zelarain por colocar un coche-bomba que explotó en Marbella el 21 de junio de 2002 y que sólo causó daños materiales.

Según explicó ayer durante el juicio la fiscal Teresa Sandoval, que les acusa de los delitos de estragos terroristas, utilización ilegítima de vehículo a motor con fines terroristas y falsificación de documentos, ha quedado acreditada la autoría de los dos "como únicos miembros" del comando.

Para argumentar su afirmación, se basó en una "autocrítica" escrita de "puño y letra" de Otegi que fue incautada al etarra Juan Ibón Fernández Iradi, Susper, cuando fue detenido en Francia en diciembre de 2002 y en el que el etarra detallaba los pasos que dio con su compañero para cometer este atentado.

Explicó, de acuerdo con el testimonio de una decena de agentes de la Policía y de la Guardia Civil que han comparecido al juicio, que Otegi y Zelarain utilizaron un vehículo robado previamente en Francia y colocaron en él una carga de entre 40 y 50 kilos de explosivo.

La explosión se produjo a las 13:00 del 21 de junio de 2002 en la calle Arturo Rubinstein de la citada localidad malagueña, a unos cincuenta metros del Palacio de Marbella y afectó a los coches que se encontraban en las cercanías y a varios edificios, pero no causó daños personales.

Durante la vista, Otegi reclamó al presidente de la sala segunda de lo penal de la Audiencia Nacional que le ha juzgado, Fernando García Nicolás, que "para superar este conflicto político, ponga facilidades y termine con la negación y sufrimiento de todos estos años".

El bebé de siete meses y de origen chino que presuntamente sufrió malos tratos, y de quien la Junta de Andalucía se ha hecho cargo de forma provisional, fue dado de alta a lo largo de la mañana de ayer, según informaron fuentes del Hospital Materno Infantil de Málaga. El bebé ingresó en el centro hospitalario el pasado 21 de agosto y el día 3 de este mes pasó a planta, donde, según las primeras exploraciones médicas, se recuperaba del denominado síndrome del zarandeo, un tipo de maltrato infantil que consiste en mover bruscamente al lactante. Ese gesto le habría provocado una hemorragia interna en el cerebro y dos tipos de afectaciones, una neurológica y otra en la vista. Cuando ingresó en el hospital los efectivos activaron el protocolo de sospechas de malos tratos y puso el caso en conocimiento de los asistentes sociales para su seguimiento.

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