Málaga

El Pleno se viste de luto

  • Decenas de vecinos, algunos de negro, acuden a la sesión para respaldar a Porras y a Díaz Guirado, ediles cuya gestión está bajo sospecha · El concejal de Urbanismo insulta a Antonio Serrano, al que llama "miserable"

La escena recordaba a algunos pasajes de La casa de Bernarda Alba, con mujeres de luto, ataviadas con pañuelos negros cubriendo sus cabezas, simbolizando el llanto por un ser querido. Pero tan llamativa escenificación no tuvo lugar en ningún teatro, sino en el salón de Plenos del Ayuntamiento de Málaga; ni sus protagonistas eran actores y actrices profesionales, sino una veintena de vecinos, muchos de Cruz de Humilladero, que acudieron a la sesión en defensa de la concejal Teresa Porras, sobre la que el foco mediático está situado desde hace algunos días ante las dudas generadas en su gestión.

Dudas que no mostró el alcalde, Francisco de la Torre, quien en la rueda de prensa previa al inicio de la sesión dio su respaldo a la concejal no sólo con sus palabras sino también con su presencia. Ni parecen tenerlas los vecinos que participaron en la representación, una de las cuales llegó a asegurar: "No hay mejor concejal".

Esta estampa, en la que las mujeres asían abanicos con mensajes escritos en los que se penaba la muerte de la "decencia" y se tildaba al PSOE de "inquisidor", sirvió de marco para un debate marcado por la confrontación entre el equipo de gobierno del PP y la oposición, que criticaron las presuntas irregularidades cometidas en la adjudicación de decenas de obras a dedo, así como de procedimientos negociados en los que invitaba a empresas vinculadas entre sí.

De la Torre, lejos de admitir error alguno en los procedimientos, sacó pecho por la labor que el equipo de gobierno. "Hemos sido más exigentes que la ley, más avanzados que la ley y más transparentes que lo que la ley dice", enfatizó. En ello coincidió la portavoz del PP y concejal de Economía, Carolina España, para la que es "clarísima" la voluntad del equipo de gobierno de que las contrataciones respondan a un proceso "lo más abierto y transparente posible".

Con esta posición, la mayoría absoluta del PP tumbó la petición realizada por el PSOE de crear una comisión especial de vigilancia de las contrataciones y justificada por la portavoz socialista, Begoña Medina, en que se ha constatado "que algo falla en la contratación que se hace". "La legalidad y la ética han quedado en entredicho", apostilló.

Defraudó, sin embargo, la comparecencia de Porras ante el Pleno a petición de IU, que también rechazó con el voto del PP una petición de auditoría externa de las áreas dirigidas por ésta. Durante la misma, volvió a defender su gestión y habló de campaña contra su persona impulsada justo antes de las elecciones. "Si dicen que hay ilegalidades, lo que me extraña es que no hayan ido antes al fiscal", señaló en alusión al PSOE.

Lo que no hizo la responsable de Sostenibilidad y Servicios fue aportar los datos demandados por la oposición relativos, por ejemplo, a los contratos y cuantías adjudicadas a una empresaria vinculada al PP y a una firma relacionada con ésta en materia de parques infantiles (hasta 28 en los últimos años), como tampoco lo hizo en el caso de Idecua, empresa especializada en mobiliario urbano a la que se han otorgado contratos por un procedimiento que, según Moreno Brenes, es "manifiestamente inadecuado". Por su parte, el concejal socialista Sergio Brenes llegó a afirmar: "Su credibilidad se cae por las alcantarillas de Málaga".

Pero el Pleno, a pesar de lo que se podía pensar a priori, no fue sólo el de Porras. El episodio de las plañideras fue el primero de los que vino a marcar una sesión tensionada hasta límites no conocidos en el presente mandato y en el que cobró presencia propia el de Manuel Díaz Guirado, concejal de Urbanismo.

El edil, también señalado por anomalías en su labor, lo que le ha llevado a renunciar a integrar la candidatura del PP a las elecciones de mayo, recibió el apoyo de una veintena de colectivos sociales, aunque los gestos de las entidades quedaron emborronados por el insulto que el concejal emitió contra un compañero de Corporación, el edil no adscrito Antonio Serrano, al que llamó "miserable" tras solicitar en una moción ordinaria su cese como delegado de Urbanismo.

Un gesto grave que no corrigió De la Torre, quien llegó a disculparlo. "Hay que entender las palabras en un tema emotivo y duro para el señor Díaz", dijo, al tiempo que agregó: "Estoy seguro de que no tenía intención de insultar a nadie". "Es miserable como persona y sus palabras están llenas de maldad", le espetó Díaz Guirado a Serrano, al que le acusó de no haber reaccionado cuando el concejal de IU Pedro Moreno Brenes sufrió un síncope en la última comisión de Urbanismo. "Con un perro callejero hubiese mostrado más preocupación", sentenció.

Y no quedó ahí. "Es ejemplo de lo que no debe ser un concejal, sólo cobrando por no hacer nada; su actitud desprestigia a la clase política". Antes, llegó a decir tener el sueño de que sus hijos "no sufran persecución por sus ideales ni que sufran por tramas falsamente fundamentadas con el único fin de dañar y de desprestigiar cuando no hay razones objetivas para ello".

La petición de cese realizada por Serrano fue rechazada por el voto negativo del PP. Serrano justificó la demanda en que los hechos que recaen sobre el edil son "errores" suficientes para que "no pueda seguir vigilando los procedimientos en Urbanismo".

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