Tribunales

A prisión los presuntos autores del homicidio del joven de 22 años

  • Ambos se negaron a declarar. La discusión que acabó en tragedia se inició al parecer por el lanzamientos de unos cubitos.

Pablo, en una imagen reciente.

Pablo, en una imagen reciente.

El titular del Juzgado de Instrucción número 7, en funciones de guardia, decretó ayer el ingreso en prisión de los dos hombres de 25 y 27 años, respectivamente, que fueron detenidos como presuntos autores de la muerte de Pablo P., el joven de 22 años que la pasada semana sufrió en una calle del centro una agresión, según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA). Los dos arrestados están siendo investigados por un delito de homicidio. El juez, ante el que ambos se negaron a prestar declaración, les envió a prisión incondicional, comunicada y sin fianza, después de que por la mañana fueran trasladados a los juzgados de la capital.

Mientras tanto, continúan conociéndose más detalles acerca de cómo se desarrollaron los hechos que acabaron con la vida de Pablo. Según relatan personas cercanas a la investigación, uno de los dos detenidos por el crimen estaba con un amigo lanzando dentro de una discoteca cubitos de hielo de uno de sus reservados. Alguno de los cuales pudo impactar contra un amigo de Pablo, que celebraba su cumpleaños en el mismo local. Los supuestos alborotadores acabaron expulsados más tarde por los porteros de la sala de fiestas. En una de sus maniobras rompieron una botella y el encargado del local les solicitó a los empleados que procedieran al desalojo de estos dos jóvenes.

Ya en el exterior, los dos citados mantuvieron una discusión con el personal de seguridad que se detuvo durante unos momentos con la llegada de otros dos jóvenes procedentes de la plaza Mitjana. Según la reconstrucción policial de los hechos, gracias al vídeo que grabó una de las cámaras de seguridad situada en los almacenes de la discoteca, los cuatro iniciaron una acalorada conversación entre ellos. Momentos después, como revelan las imágenes, Pablo y su amigo salen de la sala y se dirigen hacia ellos. Eran las 4:30 de la madrugada. Es entonces cuando por los gestos del amigo de la víctima se podría interpretar que le estaba formulando algún reproche. Es Pablo, junto a los porteros, quienes intentan calmar los ánimos de la conversación. De hecho, uno de los trabajadores aparta al amigo del joven fallecido para evitar que la disputa vaya a mayores. Finalmente, la víctima se quedó hablando con uno de los jóvenes de ese grupo cuando otro le golpea de repente y por sorpresa en dos ocasiones entre la cabeza y la cara, lo que le hizo caerse al suelo pero sin que se aprecie que se golpeara con algo. Todo transcurre en apenas unos segundos. Ya en el suelo, el agresor intenta darle una patada, pero la intervención del amigo de Pablo al intentar devolverle el golpe lo evita. Acto seguido, otro de los jóvenes implicados trata de patear también a la víctima, que se protege con los brazos.

Los porteros de la discoteca disolvieron rápidamente la discusión e incluso el joven logró incorporarse. Sin embargo, visiblemente afectado por los golpes, comenzó a tambalearse y fue uno de los miembros del grupo supuestamente agresor quien lo sujeta hasta que cae definitivamente al suelo.

Tanto la Policía como la ambulancia del 061 acudieron hasta el lugar de los hechos, y el equipo médico trató de reanimar al joven durante unos 25 minutos. Fue trasladado al Hospital Clínico en una UVI en estado crítico e ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos. Estaba en muerte cerebral y los médicos no pudieron hacer nada por salvarle. La familia autorizó además que se iniciara el protocolo para la donación de órganos, pues Pablo era un joven muy concienciado con la donación.

Gracias a las imágenes grabadas por la cámara de seguridad de la discoteca y a la descripción que los empleados dieron a la Policía, los implicados fueron identificados después, uno de ellos era el que se encontraba en la discoteca y el segundo, uno de los dos que se incorporaron al grupo desde la plaza Mitjana.

La investigación permitió llevar a los agentes el pasado a lunes a la detención de uno de los supuestos autores de la muerte, mientras que el otro se entregó pasada la medianoche en la Comisaría Provincial de Málaga. Se da la circunstancia de que ambos son aficionados al boxeo.

La Policía arrestó además a otros dos hombres, de 30 y 21 años, por haber incurrido, supuestamente, en un delito de encubrimiento. Una vez que comparecieron ante el juez, fueron puestos en libertad con cargos. No ha transcendido por el momento si estos dos últimos forman parte o no de este grupo de cuatro jóvenes que se vieron implicados en la pelea que acabó con la vida de Pablo.

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