De la sangría económica de años atrás a gozar de un estado de salud apreciable. Este es la senda por la que viene transitando el Puerto de Málaga en los últimos años, en el que ha mutado el color rojo de sus pérdidas por una tonalidad más azulada, constatando una mejoría considerable en sus cuentas. Tanto es así que el plan de empresa diseñado y aprobado para el presente ejercicio prevé cerrar con unos beneficios algo superiores a los 2,4 millones de euros, un millón por encima del cierre esperado para 2016. La evolución, en cualquier caso, según se desprende de la información oficial de la Autoridad Portuaria, es halagüeña para las anualidades posteriores, rozándose los 4,8 millones de euros en positivo en 2020. Dato que contrasta con, por ejemplo, los 5,1 millones de pérdidas presentados en 2008.

En buena medida, esta mejoría se relaciona con un incremento de los ingresos procedentes de los tráficos de mercancías y cruceros (460.000 previstos para este año y 510.000 en 2020), así como de las tasas portuarias, y un mantenimiento y reducción del capítulo de gastos. En el caso concreto de la cifra de negocios, la misma se eleva a algo más de 17,8 millones este año, del orden de 1,4 millones más que al cierre de 2016. A medio plazo, los responsables del Puerto confían en superar los 20,5 millones de euros en 2020.

En los datos concernientes solo a 2017, en el apartado de ingresos destaca el concepto relativo a la tasa de ocupación, con 5.255.000 euros, a los que sumar otros 8.345.000 euros de tasas de utilización y 1,4 millones por las tasas de actividad. La principal variación en lo que a la tasa de ocupación se refiere se produce entre el presente año y el que viene, cuando según las estimaciones, las arcas portuarias podrían ingresar del orden de 6,2 millones de euros.

Este salto cuantitativo se puede relacionar directamente con la esperanza que tiene la Autoridad Portuaria de poder impulsar los cuatros grandes proyectos de iniciativa privada aún pendientes: el hotel en el dique de Levante, cuya ejecución representará del orden de 319.000 euros anuales por el concepto de ocupación (a los que sumar una previsión de 518.000 por actividad); el puerto deportivo de San Andrés, por el que se calcula un canon de 404.000 euros; el complejo comercial de Muelle Heredia, y el acuario en la zona de La Farola.

Estas cuatro iniciativas, de acuerdo con los documentos portuarios, sumarán una inversión privada que se estima en 160 millones de euros. El calendario manejado por el organismo presidido por Paulino Plata fija el arranque de dos de estos proyectos, el hotel y el centro comercial, este mismo año, si bien todo hace indicar que el pistoletazo de salida de los mismos tendrá que desplazarse a 2018.

En el caso del establecimiento hotelero de 5 estrellas, promovido por un fondo catarí, porque el procedimiento administrativo que tiene aún que superar es prolijo. Muestra de ello es que se sigue a al espera de la aprobación definitiva de la Delimitación de Espacios y Usos y Portuarios (DEUP). El cumplimiento de este primer paso es necesario para proceder a la modificación de elementos del plan especial con el fin de asignar el uso hotelero al terreno elegido para este proyecto. Un ajuste urbanístico que necesitará de una declaración ambiental que podría alargarse hasta casi dos años.

El centro comercial de Muelle Heredia se encuentra en una situación más ambigua aún, porque si bien existe una empresa interesada en su desarrollo, Tremon, el procedimiento de concurrencia competitiva ni siquiera se ha iniciado. A ello se suma la necesidad de ejecutar una sede alternativa para la Agencia Tributaria, lo que abriría la puerta a demoler las instalaciones que ocupan en la actualidad.

Las otras dos actuaciones se fijan para 2018. En el caso del puerto deportivo de San Andrés, el Puerto parece tener la intención de activar el nuevo concurso para su concesión a lo largo del presente ejercicio. Se estima una inversión de 15 millones de euros, casi diez millones menos que la oferta que se hizo con el concurso original, celebrado en el año 2009. El Puerto, tras varios años de retraso y ante la incapacidad de la firma de llevar adelante el proyecto, acabó por recuperar la concesión. En materia de atraques deportivos, este mismo año se quiere impulsar otra marina deportiva en los muelles 1 y 2, con un valor de 5 millones de euros.

La última de las iniciativas privadas, también afectada por la incapacidad de la empresa inicialmente interesada en su desarrollo, es la del acuario junto a La Farola. Para este equipamiento los responsables del Puerto apuntan una inversión de 12 millones de inversión a dividir en los años 2018 y 2019. La posibilidad real de que estas intervenciones vean la luz dependerá del sector privado.