Emilio López, consejero delegado de Ielco, fue elegido ayer nuevo presidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Málaga (ACP). Sustituye a José Prado, que ha estado 12 años en el cargo.
-Es el nuevo presidente de la ACP. Contento, supongo.
-Sí, es una gran responsabilidad y espero ser capaz de sacar el tiempo necesario para poder desarrollarlo. Lo que me falte de conocimiento lo tengo en el equipo de la asociación, pero será difícil superar a José Prado.
-Llega cuando parece que la crisis ha terminado y vuelve la luz.
-La crisis ha pasado en números globales, pero no está tan claro en las empresas. Queda todavía un año malo y posiblemente en 2016 las empresas sí empecemos a notar que haya más volumen de trabajo en las constructoras, tanto en obra pública como privada, y las promotoras que vean que el comprador está dispuesto a adquirir viviendas.
-¿Se ha frenado, al menos, la sangría en la destrucción de empresas?
-Sí. Es que como caigan más nos quedamos sin constructoras.
-¿Ha vuelto la banca a abrir la mano?
-Tiene mejor disposición a estudiar las cosas, pero está más exigente. Hay que presentarle cosas que estén muy bien fundamentadas.
-Ya no se meten en locuras como en otras épocas.
-Y además es bueno que no lo hagan, porque si no arrastran tanto a los compradores como a las empresas.
-¿Qué retos se marca en estos cuatro próximos años?
-Tener buenas relaciones con las administraciones, detectar cuáles son las necesidades del sector y cubrirlas. Que salgamos definitivamente de la crisis y que seamos capaces de aprender para no volver a caer.
-Las administraciones les deben 60 millones de euros.
-Además de ese pago pendiente, vamos a exigir el cumplimiento de la ley de morosidad. Que el plazo de pago sea fijo y no haya una indefinición.
-El visado de viviendas está en mínimos históricos. ¿Prevé una recuperación?
-Este año será mejor, pero insuficiente sobre lo que teníamos antes. Este año acabará en unos 1.200 visados y en 2016 irá hacia arriba.
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