Málaga

Rebelde sin remedio

  • El asador Guadalmina sigue permitiendo fumar a pesar de la sanción · Salud recuerda que se contempla su cierre

Ambiente tranquilo el que se respiraba ayer en el asador Guadalmina. Tranquilo y no excesivamente cargado de humo. A pesar de que se mantiene la libertad de encender un cigarrillo, en este primer local rebelde de España contra la ley antitabaco, lo cierto es que a mediodía la mayor parte de los clientes optaron por sentarse en la terraza y disfrutar del sol. El propietario del establecimiento, José Eugenio Arias, continúa en su periplo por tierras castellanas recogiendo firmas para derogar dicha ley, periplo que incluye también aparición en televisiones nacionales. 24 horas después de que la Junta de Andalucía le notificara, a través de la Delegación Provincial de Salud, una propuesta de sanción de 145.000 euros por incumplimiento grave de la legislación vigente. Arias ya anunció el pasado martes que no piensa pagar la multa y que se encuentra a la espera de conocer la resolución a las alegaciones presentadas a un expediente anterior.

Mientras tanto, la consejera de Salud, María Jesús Montero, le ha recordado que la sanción interpuesta (que puede ser recurrida en los próximos 13 días) contempla también "el cierre del local si se persiste en su actitud intolerable", según manifestó a preguntas de los periodistas. Montero explicó que la actitud es intolerable "porque está haciendo unas manifestaciones de insumisión a la puesta en marcha de la ley en la que ningún ciudadano puede negarse al cumplimiento de una legislación y mucho más cuando es un espacio abierto al público, con muchas personas que lo frecuentan, y que tienen que cumplir rigurosamente la legalidad".

Montero insiste en que "no se pueden tolerar estas actitudes de insumisión de una legislación que, a una persona le podrá gustar más o menos, pero que es lo que democráticamente nos hemos dotado". Por ello, ha hecho hincapié en que no cabe ningún tipo de alegación al cumplimiento de la ley, igual que los ciudadanos lo hacen con la toda la legislación que está en vigor.

En el local, la mayor parte de los clientes aplauden la decisión. Por ejemplo, Diego, quien considera que lo que hace Arias "me parece perfecto". Este empresario explica que "he perdido muchas sobremesas, que sirven para afianzar los negocios, por no poder fumar". Y eso que, "los negocios se siguen cerrando, pero no se hace igual". Él es uno de los clientes que eligen venir a este restaurante no sólo para disfrutar de la buena cocina vasca: también para poder fumar. Ana María (ninguno de los entrevistados quiso aportar su apellido) es un caso diferente. Viene al asador Guadalmina porque le coge "de paso". "Solemos venir por aquí mucho, y nos da igual si se puede fumar o no". Ella, que es fumadora, explica que "como en este caso puede hacerse, pues mejor. Pero el hecho de que esté la ley en vigor no significa que haya dejado de ir a otros establecimientos", explica esta cliente.

En el otro extremo están Salvador, Antonio y Juan José. Ninguno de los tres está de acuerdo, porque el propietario va "a contracorriente". Aseguran que el dueño "sabe lo que le espera: si continua incumpliendo la ley le cerrarán en local". Los tres trabajan en el mundo de la hostelería, y están de acuerdo en que se haya aprobado esta ley antitabaco. "Lo que veo mal es que no se haya reinvertido lo que los bares y restaurantes destinaron a habilitar los espacios para fumadores", explica Antonio. Fumadores o no, lo cierto es que el restaurante sigue funcionando a pleno rendimiento. Eso sí, los pintxos ya ha desaparecido de la barra, pero el humo aún no ha desaparecido. La campaña de firmas contra la ley antitabaco iniciada por Arias supera ya las 150.000 firmas.

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