Un niño puede ser víctima de malos tratos en muchos grados y de diferentes maneras. Desde un "no vales nada", pasando por palizas del padre a la madre, los golpes que él mismo reciba o abusos sexuales que sufra, generalmente de alguien de su entorno. Por eso, la psicóloga del Clínico Susana Ortigoso instaba ayer a los profesionales reunidos en este hospital para abordar el tema a "estar abiertos a escuchar al niño en vez de buscar rápido un diagnóstico y ponerle una medicación". Porque advertía que a veces se etiqueta como TDAH (trastorno de déficit de atención) conductas de un menor que en realidad enmascaran un maltrato.

Ortigoso sostenía que si el niño sufre violencia y luego los profesionales lo medicalizan sin escucharlo adecuadamente, en realidad se produce una doble victimización. Beatriz Janin, psicóloga especialista en psicoanálisis en niños y adolescentes, apuntaba que "el silencio nunca es salud" por lo que instaba a que "las cosas se pongan sobre el tapete". Y justamente ese era el objetivo del IV Foro de Infancia y Adolescencia organizado por el área de Salud Mental del Clínico. El encuentro congregó a unos 200 profesionales del ámbito de la salud, los asuntos sociales, la educación y la justicia. Unas veces los casos llegan a los psicólogos derivados por los colegios o los centros de salud y en otras ocasiones se destapan a raíz de una consulta por algún trastorno de comportamiento. El problema, advirtió Janin, es que a veces "nadie les cree". Pero la experta destacó la responsabilidad de los profesionales de "acompañar a un niño en su descenso a los infiernos del maltrato" para ayudarle a construir otra historia con la que salir de esa situación.

Especialistas participantes en el encuentro coincidieron en que "la sociedad tiende a silenciar el maltrato" y se conjuraron para mejorar la coordinación y la sensibilización a fin de sacarlo a la luz. Una abogada reclamó más formación para los psicólogos de manera que los peritajes que hagan en casos de abusos sexuales puedan ser una carga de prueba en el procedimiento penal contra el autor del delito. Estudios internacionales señalan que una cuarta parte de los adultos manifiestan haber sufrido algún tipo de maltrato en la infancia. Los profesionales destacaron la importancia de la detección precoz, de buscar el asesoramiento de profesionales y de no culpabilizar nunca al niño por lo sucedido.