Málaga

La Semana Santa no llenó los hoteles, que sufren la competencia y el clima

  • Los empresarios calculan que no se ha llegado al 90% de ocupación

  • Culpan del bajón a los apartamentos turísticos, a las previsiones sobre el tiempo y a que la festividad tocara en marzo

Un grupo de turistas inmortalizan con sus cámaras el paso del Resucitado hacia la calle Nueva.

Un grupo de turistas inmortalizan con sus cámaras el paso del Resucitado hacia la calle Nueva. / marilú báez

La Semana Santa no ha logrado llenar los hoteles de la capital malagueña. Los empresarios hoteleros partían de unas malas previsiones, pero confiaban en aumentar los niveles de ocupación de sus establecimientos con los turistas rezagados, que esperan al último momento para decidir su punto de destino. Las reservas de última hora no han sido suficientes y los hoteles calculan que esta Semana Santa estarán por debajo del 90% de ocupación, teniendo en cuenta que en los días de mayor afluencia, entre el jueves y el sábado, se ocuparon entre el 92% y el 94% de camas hoteleras, cuando el año pasado se rozó el completo. La ocupación en otros puntos de la Costa del Sol se calcula por debajo de estas cifras.

Las razones del descenso hay que buscarlas, según los empresarios del sector, en tres factores; en la mayor competencia de los apartamentos turísticos, en la inestabilidad del tiempo durante las últimas semanas, que ha retraído a muchos a emprender el viaje, y a la coyuntura de que este año la celebración religiosa cayera en el mes de marzo, más inestable y frío que abril.

Los hoteleros calculan que la ocupación ha bajado entre 4 y 5 puntos sobre el 2017

Para el vicepresidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol y responsable de esta asociación en la capital, Francisco Moro, los datos finales de ocupación se situarán entre 4 y 5 puntos menos que el pasado año y en ello han influido los tres factores antes mencionados. "Siempre que la Semana Santa toca en marzo es peor para nosotros", aseguró Moro, para quien además la inestabilidad atmosférica de los últimas semanas, unido a que las previsiones no descartaban el mal tiempo al inicio de la festividad, no han ayudado a traer turistas. "Se anunciaba lluvia y no era seguro viajar", precisó

Uno de los aspectos que más ha influido en el descenso de este año ha sido el de las viviendas turísticas, según este empresario, que lamentó que "nadie controla" un sector que está haciendo la competencia a los establecimientos reglados cada vez en mayor medida. En la capital hay cerca de 11.000 plazas hoteleras registradas y unas 2.600 viviendas turísticas dadas de alta, lo que supone una capacidad de 13.000 plazas. "Han aparecido tantas que ya nos está afectando", puntualizó este empresario.

A la espera del balance final que realicen los empresarios sobre la ocupación en Semana Santa, desde Aehcos ya se aventura que será peor que la del 2017, cuando se llegó al 92% en la ciudad. La previsión para el resto de la Costa del Sol es que se sitúe en el 80%, dos puntos por debajo de la del pasado año.

La mayor parte de los visitantes que llegaron a Málaga para vivir las procesiones son turistas nacionales, aunque se percibe cada vez más un fuerte aumento del número de extranjeros. De hecho, el Ayuntamiento de Málaga calculó desde el Viernes de Dolores hasta el Martes Santo un crecimiento del 5,78% en el número de nacionales y del 7,11% de extranjeros respecto al mismo periodo del año pasado.

Esta circunstancia también se constata en la afluencia de turistas a los bares y restaurantes durante la pasada Semana Santa. Contrariamente a los hoteles, estos establecimientos no han visto menguado su negocio durante esta semana, si bien aseguran que las ganancias han sido inferiores a las del pasado año. "En líneas generales el centro ha estado igual que el pasado año, o quizás ganaremos un punto respecto al 2017", aseguró ayer el presidente de la mayor asociación del sector, Mahos, Javier Frutos. El negocio de los bares durante el pasado año subió un 3,5% por estas mismas fechas.

La diferencia puede explicarse en un menor número de visitantes, ya que el hecho de que el tiempo no haya llevado a los turistas a las playas, favorece a los locales de la ciudad. "Ha habido menos gente en los hoteles y al no ser tiempo de playa la gente ha venido al centro", precisó este empresario, que admitió que el sábado fue "un día muy bueno" para el sector, debido precisamente a la bajada de las temperaturas.

La Semana Santa se considera el primer termómetro del sector turístico de cara a la temporada fuerte estival. Los empresarios hoteleros no creen que los datos de este periodo vayan a anticipar una contención del turismo en los próximos meses y atribuyen gran parte del descenso al calendario. De cualquier forma, Málaga se situó a la cabeza de las ciudades españolas en reservas hoteleras, según los datos de la encuesta Ocupatur, de la Secretaría de Estado de Turismo.

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