El peso, al menos oficial, de las mujeres empresarias es aún mínimo en el conjunto de la provincia de Málaga y todavía más reducido en las localidades de menos de 20.000 habitantes. Es difícil encontrar datos desagregados por sexos pero se estima que, en el conjunto de Málaga, las mujeres solo encabezan el 20% de las compañías mientras que en los municipios pequeños son apenas el 12%. El perfil de la empresaria en las pequeñas localidades es el de una mujer con una media de edad de 35 años, casada y con familia, cuya principal motivación es la independencia laboral y la oportunidad de conciliar. Abre negocios relacionados principalmente con el comercio, la hostelería, la salud y la belleza y los servicios profesionales. Estas son varias de las conclusiones del Diagnóstico del Emprendimiento Femenino en la provincia de Málaga que ha sido desarrollado por la Diputación de Málaga, la consultora Ecoideas y la Universidad de Málaga y que fue presentado ayer en la institución supramunicipal por la vicepresidenta Ana Mata y las doctoras de la UMA Carmen Jambrino y Patricia Iglesias.

El objetivo de ese estudio era analizar cuál es la situación de las mujeres empresarias en la provincia con vistas a desarrollar políticas que permitan aumentar su presencia. El informe se centra principalmente en los municipios menores de 20.000 habitantes -la competencia de la Diputación- y señala varios aspectos llamativos. Uno de ellos es que Mollina es el municipio con más empresas femeninas, seguido de Archidona, Villanueva del Trabuco, Campillos, Teba y Yunquera. Si se compara el ratio de mujeres sobre el total de empresas se aprecia que los volúmenes más altos están en Cartajima, Montecorto, Yunquera y Villanueva del Rosario.

El informe subraya que "en los últimos años se observa un incremento de licencias solicitadas por mujeres así como una generación femenina que empieza a hacerse cargo de empresas familiares en distintos puntos de la provincia". No obstante, el estudio también advierte que hay "un número elevado de negocios con la titularidad de un hombre que son dirigidos y/o trabajados por mujeres" y que hay actividades económicas "desarrolladas por mujeres que en ocasiones no se encuentran en una situación legalizada, es decir, se ejerce la actividad informalmente sin las coberturas y estructuras legales preceptivas, especialmente en el ámbito turístico".

Hay pocas mujeres empresarias y, entre las trabajadores, la brecha salarial con los hombres es del 16%, siendo el techo de cristal para acceder a puestos directivos evidente como puede apreciarse en las tablas salariales. En el informe se hacen una serie de recomendaciones para, explican, "potenciar la actividad emprendedora de la mujer y darle mayor visibilidad a su contribución". Entre esas medidas proponen "el desarrollo de programas que aumenten la diversificación y la presencia de sectores con más valor añadido, orientación internacional y tecnológica". También se considera necesario, para las empresas femeninas ya en marcha, "programas de modernización, calidad, digitalización e internacionalización" y se apunta la posibilidad de crear "redes de mujeres haciendo posible la multiplicación de los contactos en cantidad y calidad y convirtiéndolas en una base para animar, motivar y aumentar el nivel de visibilidad de las mujeres empresarias en la provincia y fuera de ella".