Málaga

Taxi vs Cabify, la 'guerra' local

  • Los taxistas acusan a Cabify de hacer "competencia desleal" y de "incumplir la norma abordando a los clientes"

  • La empresa afirma que "todo es legal" y que crecerán en la provincia

Muchos no sabrán qué es Cabify o ni siquiera lo pronuncian bien, pero se ha convertido en una de las principales pesadillas de un sector de transporte tradicional como el taxi. El servicio que ofrece esta empresa, similar a otras que han despertado mucha polémica como Uber, es fácil. Un cliente entra en su aplicación, hace una reserva y viene un vehículo con conductor a recogerle. Se paga por kilómetro y por adelantado en la plataforma. Como valor añadido, ofrecen al cliente un vehículo de gama media o alta, agua, elegir música o que le abran la puerta. En definitiva, sentirse importante por una tarifa mínima de 6 euros. El servicio del taxi es de sobra conocido. Se ha abierto una guerra en toda España y Málaga no es una excepción, ya que los taxistas denuncian, entre otras cosas, que Cabify está haciendo competencia desleal.

El conflicto tiene su origen en 2009. Hasta esa fecha la ley marcaba que se podía conceder una licencia de vehículo de alquiler con conductor (VTC) -las que utiliza Cabify de forma propia o con autónomos y otras empresas- por cada 30 de taxis. Siempre ha habido VTC y no ha habido mayor problema, porque la ratio era baja y porque solían hacer viajes interurbanos. Sin embargo, en 2009 Rodríguez Zapatero liberaliza el sector con la ley Omnibus y esa ratio desaparece. Numerosos particulares y empresas empezaron a pedir licencias VTC y, al haber un vacío legal, las Administraciones eran reacias a concederlas, pero lo interesados lo denunciaban en el juzgado y a muchos les han dado la razón o están esperando a que se la den. La clave del asunto es que pedir una licencia VTC cuesta, en el caso de Andalucía, unos 26 euros y, según denuncian los taxistas, se están revendiendo por hasta 30.000 euros. "El negocio es redondo porque hay empresas que pidieron 100, 500 ó 1.000 licencias VTC, se quedan con unas cuantas y el resto la venden por esas cantidades", afirma Juan González, vicepresidente de la Asociación Unificada Malagueña de Autónomos del Taxi (Aumat).

Ante la avalancha de peticiones, el gobierno sacó un nuevo reglamento en 2015 que vuelve a implantar la ratio 1 VTC por cada 30 taxis, pero el lío está ahora en los juzgados. Los taxistas exigen que no se concedan más licencias e incluso han denunciado las reventas a la Fiscalía de Málaga. González afirma que en Málaga capital hay 1.432 licencias de taxi y unas 500 VTC concedidas, por lo que la relación sería uno a tres y no uno a 30. En Andalucía se han dado unas 900 licencias, al margen de las que están esperando en los juzgados.

Los taxistas creen que Cabify les hace competencia desleal por varios motivos. El primero es que, según González, "tienen que trabajar con prereserva pero como no es rentable se saltan todas las normativas y abordan a los clientes, cuando la ley dice además que no pueden estar estacionados a menos de 100 metros de una estación de autobuses, trenes, aeropuerto o paradas de taxis". El segundo motivo es la diferencia de regulación. "Los taxistas tenemos una regulación muy fuerte. Nos vienen impuestas las tarifas, los descansos, la zona en la que podemos trabajar y hasta el modelo del coche que podemos utilizar, mientras que los VTC tienen libertad para todo", subraya González, quien pone como ejemplo que alguien con una licencia VTC andaluza puede operar en toda la comunidad autónoma sin problema, lo que está provocando que vengan coches de otras provincias al aeropuerto para captar clientes. En tercer lugar, critican que se esté "mercadeando" con las licencias porque "el taxista solo puede conseguir una con dedicación exclusiva que mantiene durante toda su vida laboral y que puede transferir cuando se jubile, mientras que en las VTC hay una burbuja" . Un taxista en Málaga puede obtener unos 100.000 euros cuando transfiere su licencia al jubilarse. González indica que en Málaga no se dan más licencias de taxi porque "se ha superado la ratio de 2,35 por cada 1.000 habitantes y porque las Administraciones han potenciado el Metro o la EMT, por lo que el mercado para el taxi es más pequeño". Aún así, el vicepresidente de Aumat afirma que el taxi "es más barato y más rápido que Cabify porque nuestro servicio mínimo es de 3,65 euros y el de Cabify seis euros y hay taxis en todos sitios".

La postura de Cabify, lógicamente, es radicalmente distinta. Fuentes de la empresa aseguran que "no opera en términos de competencia desleal respecto al taxi" y para ello se amparan en una reciente sentencia del Juzgado Mercantil número 12 de Madrid. En este sentido, explican que "Cabify no es una empresa de transporte, sino una agencia de viajes y se rige por su normativa y, en su condición de intermediario, promueve y obliga a sus colaboradores a actuar de forma legal". Esta empresa subraya además que "no se ha practicado prueba alguna que demuestre que Cabify induce a los titulares de las licencias VTC a cometer ninguna infracción, como circular captando clientes o careciendo de hoja de ruta".

Cabify es una empresa española, cumplió cinco años en 2016 y actualmente opera en Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, España, México, Panamá, Perú, Portugal, República Dominicana y Uruguay. Poseía en España 600 vehículos a principios de año y su objetivo es acabar 2017 con un incremento del 300%, aunque, cuestionados por este diario por su presencia en Málaga, afirman que "por política de confidencialidad no podemos ofrecer datos desglosados por ciudades".

En cualquier caso, sí indican que "continúan consolidando su presencia en Málaga y de cara a los próximos meses nuestro plan es reforzar los servicios en la ciudad para atender la demanda de usuarios y de empresas, ya que en esta época del año la compañía registra un pico importante de demanda". Precisan que "en Málaga el servicio especializado para empresas está obteniendo muy buenos resultados" y adelantan que "Cabify dará cobertura a los principales eventos musicales del verano". Como curiosidad, afirman que "en Málaga la relación con el taxi es muy buena". Parece que hay disparidad de criterios en este último aspecto. La guerra acaba de empezar.

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