Málaga

Tener despacho en Madrid y casa en Málaga

A medio camino entre Málaga y Madrid, a Diego Olmedillo el AVE le ha cambiado la vida. Después de mucho tiempo pasando la mitad de la semana en la capital de España y la otra mitad en la de la Costa del Sol, la mejora de las comunicaciones entre ambas ciudades le han hecho decidirse. Se ha mudado con su mujer a una vivienda en la zona de Torrequebrada. "Estando a dos horas y media de Madrid, prefiero venirme al sur y viajar con motivos de trabajo allí que hacerlo al revés", explica el responsable de la empresa A Plus Field Marketing.

Como él, otros muchos empresarios están pensando mudarse a Málaga gracias a las próximas comunicaciones de alta velocidad. La nueva cercanía con Madrid y la rapidez, por ejemplo, del viaje a Córdoba, hace que algunos de ellos ya planeen su nueva vida en la Costa del Sol.

Uno de los responsables de marketing del Grupo Prasa, Ángel Pérez, es otro de los ejemplos. Malagueño y muy apegado a su tierra, lleva ocho meses trabajando en la empresa de origen cordobés. Tuvo que alquilar un piso en Córdoba, pero ahora, con la llegada del AVE, empieza a cambiar de idea. "Voy a esperar un tiempo a ver cómo funciona todo. Pero me he informado y el viaje, comprando los nuevos bonos, me costará sobre seis euros y dura poco más de tres cuartos de hora. Es increíble. Y como la mitad de los días trabajo por Málaga, me vendré para acá e iré a Córdoba y volveré en el día cuando tenga que trabajar allí", explica Pérez.

Es algo parecido lo que le ocurre a Diego Olmedillo. Él trabaja lunes y martes en Málaga. De miércoles a viernes por la mañana, en Madrid. Entonces, ¿por qué pasar el fin de semana en la capital? Y él ya ha sido más rápido que el AVE, porque ya ha cambiado su residencia habitual de Las Rozas a la Costa del Sol, para pasar de viernes a martes aquí y sólo tener que viajar al centro de España miércoles y jueves. Los 22 trenes de alta velocidad que unirán ambas ciudades a partir del 24 de diciembre le dan todas las facilidades, más aún con tarifas como las que anunció esta semana la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez: billetes desde 30,4 euros por viaje, precios similares al puente aéreo y bonos de 50 viajes para abaratar el trayecto.

Cifras que, además, compiten directamente con el avión. Aunque el director general de Servicios de Alta Velocidad y Larga Distancia de Renfe Operadora , Abelardo Carillo, aseguró hace unos días que, en realidad, no existe competencia entre ambos medios de transporte "porque el avión nunca podrá tener la misma comodidad que el tren".

Lo mismo piensa José María de la Maza, directivo del Grupo Vera. Él debe realizar viajes habituales a la capital de España desde Málaga y ya piensa en sustituir sus paseos en el aeropuerto por Vialia y Atocha. "El AVE, a priori, es más apetecible, porque te quita los traslados en los aeropuertos que suelen ser una odisea", explica De la Maza. "Yo suelo tomar el primer avión de la mañana y coger un taxi en la T-4 a las 8.30 es imposible", añade. Además, habitualmente suele dejar las vueltas abiertas y cerrarlas en función de la agenda. Algo que también le permitirá ahora el tren. "En nuestra empresa hay muchos viajes a Madrid y al final seguro que el 90 por ciento cambiaremos del avión al AVE", añade.

De la Maza también agradece poder seguir viviendo en Málaga. "Pero es que no existe comparación", añade Diego Olmedillo, que se explica con un escenario de un domingo por la mañana cualquiera. "No es lo mismo tener que meterte una hora y cuarto desde Las Rozas hasta la capital por la carretera de La Coruña, que abrir la persiana y disfrutar de una vista con un campo de golf en primer plano y el mar al fondo", cuenta con la ilusión del que se compra su primera casa. No tiene hijos, pero se ha venido con su mujer, "que está encantada". "Es que en Madrid no se termina de desconectar. El estrés prácticamente te persigue los sábados y los domingos, pero en la costa... es otra cosa", afirma.

Además, del AVE, el sol, el clima y la calidad de vida en general de la que puede disfrutar en su nueva casa malagueña, en la que lleva viviendo cuatro meses, también son otros los factores que le han convencido para hacer la mudanza. En este caso, motivos empresariales. Su firma acaba de abrir una oficina en Muelle Heredia donde opera desde hace un par de meses, aunque a partir de enero pasado también empezó a trabajar en sus pequeñas instalaciones de Marbella. "Málaga tiene aún mucho recorrido para trabajos de marketing directo y acciones promocionales como los que hace nuestra empresa. Eso también me ha influido, porque nos va muy bien en el sur", añade Diego.

Más aún cuando su oficina malagueña está a poco más de diez minutos de paseo de la estación María Zambrano y la de Madrid a una media hora en Metro de la de Atocha. La alta velocidad conecta sus negocios y, ahora, le ha permitido disfrutar del sol y la calidad de vida que en Madrid nunca pudo tener. El AVE revoluciona las comunicaciones y Málaga está, ahora más que nunca, al alcance de todos.

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