Moda La esposa de Barack Obama y su hija pequeña han brillado por su estilo sencillo y fresco

Todas las caras de Michelle

  • La elegancia y la comodidad han sido las claves del 'look' de la primera dama

Han sido cuatro días de vacaciones muy intensos para la primera dama de EEUU y su hija Sasha en su estancia en la Costa del Sol. Durante estos días, la familia Obama ha visitado Marbella, Granada y Ronda y, además de disfrutar de las playas, ha tenido tiempo incluso para bailar flamenco. Michelle y Sasha Obama siempre han acertado con el vestuario, adaptándolo con estilo a las diferentes circunstancias.

Tras instalarse en el hotel Villa Padierna, las Obama pasearon por el casco antiguo del vecino municipio de Marbella. Una camiseta con corte asimétrico y un solo hombro fue la ropa elegida por Michelle. Granada fue el destino del segundo día de visita. Para la ocasión, la primera dama optó por colores cálidos, más vivos, con motivos alegres en una camisa larga sin mangas combinada con pantalones negros. La niña prefirió el color azul, graciosamente conjuntada con una biznaga de flores en la muñeca.

Apenas cinco minutos tardó la pequeña de los Obama en quitarse la ropa y dejar ver un divertido bañador de colores para zambullirse en el mar esteponero. Michelle prefirió permanecer a la sombra de su hija, con un pañuelo de pequeñas flores que destacaba sobre una camiseta negra.

La visita a Ronda encantó tanto a la esposa de Barack Obama que confesó que estaba dispuesta a volver. De nuevo, eligió un elegante negro para su vestuario. La comodidad tuvo su mayor esplendor en Marivent, al que acudió ataviada con una falda de color salmón, coincidiendo con su hija, y con una blusa blanca sin mangas con dos grandes lazos, así como las mismas bailarinas doradas que Sasha.

Zapatos planos, muchas pulseras, gafas de sol negras y pelo recogido han sido una constante.

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