Málaga

De la Torre "no colaborará" en la obra del Metro al Civil

  • La posición de De la Torre, que se desvincula de la intervención "unilateral" de la Junta, choca con el apoyo que el resto de grupos da a la ejecución del ramal en superficie

El galimatías en el que ha acabado por convertirse el Metro quedó patente ayer en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Málaga. Debate de cuatro mociones, con sus correspondientes enmiendas, que puso de manifiesto la soledad del alcalde, Francisco de la Torre, en su negativa a que los trenes alcancen en superficie el entorno del Civil. Eso y la advertencia que el regidor del PP le hizo a la Junta de Andalucía: "no colaboraremos activamente en el inicio de una obra que la Junta ha decidido emprender y ejecutar bajo su exclusiva responsabilidad y competencia sin contar con este Ayuntamiento".

Un mensaje con el que cerró la puerta a cooperar con el desarrollo de una pieza del recorrido del ferrocarril urbano que la Consejería de Fomento pretende licitar en las próximas semanas. La declaración de intenciones acota la proyección de esta parte de la infraestructura ante la imposibilidad real de ir adelante sin apoyo en los desvíos de tráfico. De la Torre abundó en que es la Junta la que ha decidido "unilateralmente hacer la obra", con una declaración de interés metropolitano "que hace que no nos competa posicionarnos sobre un proyecto que el Gobierno andaluz ha decidido hacer sí o sí".

La tensión marcó el desarrollo del debate, con interrupciones por parte de los vecinos

Siendo contundente, llamó la atención el voto de abstención emitido por los concejales del PP a varios de los puntos de sendas mociones a favor de la llegada del tranvía. Ese fue el posicionamiento adoptado ante la iniciativa de Ciudadanos, que demandó compensar a los vecinos que se verían afectados por el tramo en superficie con inversiones en espacios urbanos y aparcamientos, y otra de Málaga para la Gente, que exigió al equipo de gobierno del PP que no bloquee la terminación del Metro. En ambos casos, el alcalde justificó la abstención en la decisión de la Junta de ir adelante con la actuación "sí o sí".

"Ha cerrado el debate", apostilló sobre la posición de la Junta, a la que acusó de incumplir "de manera reiterada" el protocolo de intenciones firmado en 2013. Incumplimiento que en ningún caso asumió en primera persona y abundó en la idea de que cualquier intervención tendrá que respetar la legalidad, incluyendo su adecuación al planeamiento urbanístico. El regidor acusó al Gobierno andaluz de tener un comportamiento "flexible con la Andalucía del Guadalquivir" y uno "duro" con la que representa Málaga.

De la Torre se quedó solo en su oposición a que el Metro alcance el Civil. El resto de formaciones dio su aval a esta idea, aún a regañadientes, como Málaga Ahora, cuya portavoz, Ysabel Torralbo, fue dura con las dos administraciones implicadas, cuestionando "el carácter imperativo" de la declaración de la Junta para ir adelante con la actuación y la negativa del Ayuntamiento a cumplir lo firmado. "Pediremos que no se siga bloqueando, terminemos lo que tenemos y que se haga una investigación de lo que ha pasado", opinó.

Cs también varió su discurso. "Los malagueños somos rehenes del bipartidismo en grandes proyectos; esto se tiene que acabar alcalde, hay que decir basta", expuso el portavoz, Juan Cassá, subrayando la necesidad de exigir el cumplimiento de lo firmado. Asimismo, tildó de "insoportable" la factura actual del Metro, huyendo de la posibilidad de que sean las próximas generaciones "las que paguen los platos rotos". "Es el momento de hacer el Metro al Civil", apostilló.

Sergio Brenes, concejal del PSOE, dijo que el alcalde se ha convertido "en medusa; todo lo que ve lo empantana, lo convierte en piedra", al tiempo que lo acusó de llevar a la ciudad "a un abismo sin retorno". "Está en el punto de que para lo que le queda en el convento se carga la ciudad", dijo, en alusión a la previsible marcha del regidor. Eduardo Zorrilla, de Málaga para la Gente, señaló que el alcalde exhibe "la misma mentalidad trasnochada que llevó en su día a abandonar y desmantelar la vía férrea que nos llevaba a Vélez".

Tras una enmienda de Cs aceptada por el PP, salió adelante la propuesta para "mantener en la agenda política y técnica" la posibilidad de prolongar el Metro hasta la Plaza General Torrijos, conforme a lo acordado en 2003. El debate estuvo marcado por las numerosas interrupciones protagonizadas por un grupo de vecinos contrarios a que se ejecute el Metro al Civil. La situación fue tal que De la Torre llegó a recordar la posibilidad de desalojar el Pleno.

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