Málaga

Málaga vuelve a batir su récord exportador con casi 2.000 millones

  • El aceite de oliva y las frutas representan un tercio de las ventas

  • Francia es líder y se disparan los números en EEUU y China

Un empleado en la fábrica de aceite de Dcoop en Antequera.

Un empleado en la fábrica de aceite de Dcoop en Antequera. / javier albiñana

Muchas empresas malagueñas apostaron hace unos años por la exportación para sobrevivir, para captar clientes internacionales porque la demanda nacional estaba completamente hundida por la crisis. Sin embargo, una vez perdido el miedo y siendo conscientes de la buena imagen de muchos productos locales en el exterior, esas firmas han ido poco a poco creciendo en su volumen exportador y, unido a las que ya vendían fuera de manera habitual, se están alcanzando cifras realmente impensables hace solo una década. Las empresas malagueñas realizaron el año pasado exportaciones por valor de 1.989 millones de euros, un 12,9% más que en 2015. Roza los 2.000 millones y bate por cuarto año consecutivo el máximo histórico en la provincia.

Málaga fue la segunda provincia andaluza con mayor incremento porcentual, siendo solo superado por Jaén (24,4% más), si bien aún está muy lejos de las cantidades alcanzadas por Almería, Sevilla, Huelva o Cádiz. La provincia gaditana, por ejemplo, exportó el año pasado productos por valor de 5.650 millones de euros. Málaga ha vivido y vive del turismo, aunque esa entrada de viajeros y divisas nunca se ha contabilizado en la balanza comercial, de ahí que esté entre las últimas de la comunidad autónoma.

La cartera de productos malagueños que se pueden encontrar en el extranjero es amplia, pero lo que deja más dinero en las arcas provinciales es el aceite de oliva. En 2016, la exportación del famoso oro líquido movió 349 millones de euros, un 16% más que en 2015 y el 17,5% del total de ventas exteriores. Uno de los principales impulsores es la cooperativa Dcoop, que el año pasado facturó 1.000 millones de euros y que cuenta con un amplio número de cooperativas aceiteras malagueñas y de otras provincias andaluzas. La fruta también es un negocio más que considerable, con 305 millones de euros, un 26% más que el ejercicio anterior y el 15,3% del total. Si se unen ambos productos, se puede observar que el aceite y la fruta representan un tercio del total de las exportaciones malagueñas. Los aparatos y material eléctrico, la carne, la ropa, las legumbres y hortalizas, los vehículos, los aparatos ópticos y los aparatos mecánicos cierran los diez tipos de productos más vendidos. Es llamativo el segmento de la carne y los despojos comestibles, que han disparado sus exportaciones un 34% en solo un año hasta los 191 millones de euros.

Respecto a los principales mercados, Francia es el líder para las empresas malagueñas. El año pasado los galos compraron productos por valor de 373 millones de euros, un 24% más que en 2015 y el 18,8% del total. Italia fue el segundo con 236 millones de euros (un 10,4% más) y Portugal el tercero (164 millones, un 4,9% menos). Estos tres países podrían considerarse lógicos teniendo en cuenta que son vecinos europeos. No obstante, Málaga también está bastante presente en mercados lejanos hasta el punto que Estados Unidos es el cuarto mayor país importador de productos locales y China el sexto. Los norteamericanos elevaron sus compras un 37,6% el año pasado, hasta los 147 millones de euros, y los chinos un 56% hasta los 100 millones de euros. Rusia duplicó con creces sus compras a Málaga (un 126%, con 21,9 millones). Son volúmenes y crecimientos a tener en cuenta, lo que está provocando que cada vez más empresas malagueñas miren a ambos polos, siempre y cuando puedan conseguir las autorizaciones y homologaciones pertinentes, un proceso nada sencillo.

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