Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil tendrán trabajo extra durante las dos próximas semanas. Es el periodo en el que los controles de velocidad con radares móviles se duplicarán. La medida se encuadra dentro de una campaña especial que la Dirección General de Tráfico ha puesto en marcha para disminuir la velocidad en las carreteras, ya que es el motivo del 25% de los accidentes mortales.

Los agentes vigilarán tanto las autovías como la red secundaria. De hecho, allí centrarán sus actuaciones, ya que este tipo de carreteras concentran gran cantidad de víctimas mortales. Los puntos de vigilancia serán los habituales: rectas donde los vehículos suelan superar los límites de velocidad permitidos en cada caso o puntos negros donde se hayan producido varios accidentes mortales, entre otros casos.

A la labor de este tipo de radares móviles se sumarán los siete fijos que actualmente funcionan en la provincia de Málaga y que están repartidos entre las autovías A-7 y A-45, así como la carretera A-357 entre Málaga y Campillos. Durante todo el año pasado estos radares sancionaron a cerca de 100.000 conductores que iban demasiado rápido. Uno de ellos fue pillado circulando a 251 kilómetros por hora, según los datos de la Jefatura Provincial de Tráfico de Málaga.

Tráfico cree que si se consigue disminuir la velocidad en las carreteras se evitarían hasta 600 muertes en todo el territorio nacional, que son las que murieron el año pasado por correr demasiado.

Con la reforma del Código Penal, superar los límites de velocidad en ciudad en 60 kilómetros por hora y 80 kilómetros por hora en carretera está tipificado como delito, lo que puede conllevar hasta seis meses de multa, así como la privación del carné por un plazo de hasta cuatro años.