Unicaja consiguió pasar el curso pasado con nota. La entidad cerró el año 2011 con un volumen de negocio de 62.000 millones de euros, un 6% más que el ejercicio anterior, gracias a un incremento tanto de los recursos gestionados como de los créditos concedidos a los clientes, según el avance de los datos que facilitó ayer el ya banco tras la celebración de un consejo. El activo de la entidad creció un 12,8% hasta los 38.830 millones de euros. La crisis no ha castigado a Unicaja tanto como a otras entidades, pero tampoco ha pasado de largo. El banco malagueño señaló que terminó el año con una tasa de morosidad del 4,75%, "lo que permite a Unicaja seguir contándose entre las entidades con menor morosidad del sector". A finales de 2010, según se recoge en su informe anual, esa tasa era del 3,8%, un punto menos.

Unicaja no avanzó qué beneficio neto obtuvo el año pasado (en 2010 alcanzaron los 151,2 millones de euros), aunque la entidad subrayó que está aumentando sus provisiones para no tener problemas de solvencia. En este sentido, Unicaja destacó que "estaría en condiciones de proceder a la cobertura íntegra de las provisiones adicionales que, según se ha anunciado, se van a exigir a las entidades bancarias en el presente ejercicio".

Al margen de la publicación de los primeros datos oficiales del cierre de 2011, el consejo de Unicaja Banco aprobó ayer el sistema de retribuciones de sus miembros, sean o no ejecutivos, y lanzó un mensaje de tranquilidad respecto a su fusión con Caja España-Duero. "Los trabajos de los diferentes grupos preparatorios siguen progresando con normalidad", afirmaron. Las dos entidades están unificando sus sistemas informáticos y de contabilidad y están a la espera de cerrar el acuerdo laboral con la plantilla.