El rector de la Universidad de Málaga (UMA), José Ángel Narváez, entregó ayer la Medalla de Oro de la institución a su homóloga en la Universidad de Granada (UGR) , Pilar Aranda, en un acto académico que se celebró en el Paraninfo y al que acudió una abundante representación de amabas instituciones, así como de la sociedad política y civil de las dos ciudades.

La UMA entregó la distinción a la UGR como agradecimiento a su apoyo para su creación y puesta en macha . Cabe destacar que la Universidad de Málaga estuvo en sus inicios, antes de su creación en 1972, vinculada a la de Granada.

Durante su intervención, Pilar Aranda hizo referencia a la fuerza social y energía que emanaba de Málaga y resaltó su orgullo por haber colaborado a marcar un recorrido en el futuro universitario de la capital de la Costa del Sol. "Compartimos un presente que hace que desde la diversidad y distinta historia que hemos tenido cada uno trabajemos en conjunto y tratemos de servir ese servicio de la enseñanza superior", resaltó Aranda.

"Tenemos que diseñar juntos qué universidad del siglo XXI queremos y trabajar para mantener esa función que las universidades han tenido desde sus inicios; esa función de libertad, de espacios de creación de pensamientos, de creación artística, de investigación, de autocrítica y crítica a la sociedad", añadió en su intervención.

Uno de los símbolos de esa vinculación fue el sillón en el que se sentó el rector, con el escudo de la Universidad de Granada, que se conserva "como señal de memoria y de respeto a los que han trabajado por que la Universidad de Málaga sea hoy lo que es", puntualizó Narváez.

Al acto de entrega asistieron políticos y académicos de ambas ciudades, entre ellos la consejera de Educación, Adelaida de la Calle; el secretario general y el director general de Universidades de la Junta de Andalucía; miembros del Consejo Social de ambas instituciones, los rectores de Sevilla, Jaén y Almería y autoridades civiles y militares.