El pulgón negro constituye desde hace tiempo una amenaza para las 4.200 jacarandas que adornan Málaga capital. Su presencia es fácilmente identificable porque hace que el árbol genere una resina que es la responsable de que aceras y calles aparezcan manchadas y pegajosas en esta época del año. Pero ahora el Ayuntamiento de Málaga ha encontrado una manera de luchar contra esta plaga de forma natural, sin recurrir a productos fitosanitarios, gracias a una especie de mariquita y a un parásito.

Los buenos resultados que el año pasado obtuvo el servicio de Parques y Jardines con la prueba piloto que se realizó en algunas jacarandas de la ciudad ha animado a hacer extensivo este tratamiento biológico a las 800 alineaciones que hay plantadas. Se hará mediante la colocación de 800 cajitas en cada alineación y en la que se introducirá un ejemplar del coleóptero llamado Adalia bipunctata que en su ciclo de vida, de aproximadamente 15 días, se irá desplazando de árbol en árbol aliméntandose de hasta 200 pulgones diarios.

El Ayuntamiento realizó el año pasado una prueba piloto con buenos resultados

Su presencia se complementará con la del parasitoide Ephedrus cerasicola, capaz de detectar con sus antenas si el pulgón está vivo y en ese caso inocular sus huevos en su abdomen, utilizándolo como alimento mientras se encuentra en fase de larva y se convierte en adulto. Como media general, ponen 300 huevos al día y su ciclo vital es de cuatro o cinco días.

El concejal de Sostenibilidad Medioambiental en el Consistorio malagueño, Raúl Jiménez, aseguró ayer que "es muy importante porque de forma natural se da solución a un problema que hasta ahora se resolvía con productos químicos, que sólo se dejarán para el picudo rojo". Máxime, en un árbol tan extendido en la ciudad "al ser muy bonito especialmente ahora cuando saca la flor morada, pero que a su vez están infectados por un pulgón que hace que generen una resina que se quedan pegada al suelo y por lo que muchos ciudadanos se quejan".

La actuación se desarrollará de forma simultánea en las tres zonas en las que se divide el mantenimiento de las zonas verdes de Málaga. Ayer mismo empezó en la avenida Manuel Agustín Heredia, la calle James Bowles completa y en la calle María Villanueva Gallego. El distrito que reúne un mayor número de jacarandas es Teatinos-Universidad, con más de 1.000 unidades. Centro, Este, Palma-Palmilla y Churriana cuentan cada uno con 275 ejemplares; mientras que Ciudad Jardín, Bailén-Miraflores, Cruz de Humilladero, Carretera de Cádiz y Puerto de la Torre tienen 400, respectivamente.