luis liz-marzán. catedrático de química física

"Va costar volver al nivel investigador de hace diez años"

  • El científico, que señala el grave daño que ha hecho la crisis en este campo, trabaja en la detección del Parkinson a través de nanopartículas

Luis Liz-Marzán, ayer, en la Facultad de Ciencias de la UMA poco antes de pronunciar su conferencia.

Luis Liz-Marzán, ayer, en la Facultad de Ciencias de la UMA poco antes de pronunciar su conferencia. / javier albiñana

No todos los día se abre la casa a un invitado de tanta relevancia. La Facultad de Ciencias de la Universidad de Málaga contó ayer con el catedrático de Química Física Luis Liz-Marzán, uno de los científicos más citados del mundo y referente internacional por sus trabajos en química coloidal y nanoplasmónica. Estos términos tan difíciles de comprender por la mayoría son la base para, por ejemplo, aplicaciones médicas y diagnósticas. En las afecciones neurodegenerativas y el cáncer se centran sus batallas más recientes.

-Trabaja con las nanopartículas. ¿Qué es eso?

-Son trocitos de materia que tienen dimensiones del orden de millonésimas de milímetro. Son un poco más grandes las moléculas, del tamaño de una proteína. Muchos materiales cuando están en estas dimensiones se comportan totalmente distinto de lo que estamos acostumbrados. Trabajamos, sobre todo, con oro.

-¿Qué propiedades tiene el oro en esa nanopartícula?

-Lo más fácil de ver es que el color del oro en esos tamaños puede ser cualquiera. No existe el color dorado porque el oro puede tener cualquier color. La luz interacciona de forma diferente con el metal. El tamaño de la partícula y la geometría determina que tenga un color u otro. Utilizamos métodos químicos para dirigir el crecimiento del oro, de esa forma ajustamos la geometría de las partículas y las propiedades que van a tener. Una aplicación fue en las vidrieras de las catedrales. Éstas tienen color todavía porque vienen de pigmentos inorgánicos y se deben a nanopartículas de metales u óxidos.

-¿Y cuál fue una de las primeras aplicaciones en el mundo moderno?

-El test de embarazo.

-¿Y cómo actúan en este test?

-La orina se difunde por un material poroso y al principio de la tira están las nanopartículas, que llevan pegado un anticuerpo que reconoce las hormonas de embarazo. En la ventana de control hay una biomolécula que siempre tiene que enganchar nanopartículas de oro si pasan por allí. En la del test hay otro anticuerpo que reconoce a la hormona del embarazo, por lo que las partículas solo se quedan enganchadas si está presente la hormona. La primera da color cuando pasan las partículas, por lo que se ve si es válido o no, y la otra solo da color cuando está presente la hormona. Se hace con nanopartículas porque el color que presentan es mucho más intenso para la misma cantidad, por lo que es más fácil distinguir. Y segundo porque es más fácil unirle esos anticuerpos en una cantidad suficiente para que haya esas interacciones que necesitamos.

-¿En la medicina para qué se usan?

-Estoy presentando un nuevo método para identificar la formación de fibras amiloides que son las que están relacionadas con las enfermedades neurodegenerativas. En concreto las que hemos estudiado son de la enfermedad de Parkinson.

-¿Con nanopartículas podríamos detectar el Parkinson?

-De momento sabemos que si una persona ha fallecido de Parkinson y extraemos un trozo de cerebro de las zonas donde se acumulan estas fibras con nuestro método se puede detectar. Y sabemos que se puede hacer en cantidades muy pequeñas. Queda el proceso de buscar cómo extraer muestras que nos puedan permitir saber si la enfermedad se está desarrollando o no antes de las fibras invadan el cerebro.

-¿Y el cáncer?

-Está mucho más adelantado el uso de nanopartículas de oro para matar células cancerígenas selectivamente. En Houston están ya haciendo pruebas clínicas, está ya muy avanzada la aplicación. A parte de dar color, cuando se iluminan esas nanopartículas también liberan calor. Se les colocan anticuerpos u otra biomolécula que les obligue a acumularse en la zona del tumor, se ilumina con una luz que no daña el resto del tejido y solamente calienta la zona de nanopartículas. Ahora hay que ver posibles daños colaterales pero ofrece unas posibilidades que mejoran mucho los tratamientos.

-¿La empresa tiene que estar más vinculada a la investigación?

-Las empresas deberían de ser las que apuestan por una tecnología que se está desarrollando para luego tener la prioridad a la hora de obtener los rendimientos. Pero eso, a veces, requiere apuestas a largo plazo y no es fácil encontrar empresarios. Tenemos más contactos con empresas de fuera que de aquí.

-¿Cómo se ha quedado de dañada la investigación con la crisis?

-Mucho. Los recortes han sido importantes y nosotros aún tenemos buena financiación pero conozco muchos casos de grupos de investigación, sobre todo en universidades, que ha casi cesado su actividad por falta de recursos. A no ser que haya una apuesta decidida por recuperar la capacidad de inversión en Ciencia va a costar mucho trabajo volver al nivel que teníamos hace diez años.

-¿Desde qué posición parte España en el terreno investigador?

-Hay muchos ámbitos distintos y unos van mejor que otros pero todavía estamos viviendo de la apuesta que se había hecho anteriormente. En algunas comunidades, como es el País Vasco, todavía hay una apuesta decisiva por la investigación y el desarrollo con una inversión mucho mayor que la del Gobierno central.

-¿Muchos investigadores se habrán ido fuera?

-Muchísimos y además les cuesta volver. Hay comunidades que están haciendo un esfuerzo por recuperar gente que se ha ido fuera para desarrollar una carrera importante. Es importante atraerlos siempre que vayan a tener recursos para poder trabajar, si no es mejor que se queden donde tengan recursos y no se pierda su talento. Si dejamos que todos los nuevos desarrollos vengan de fuera nunca tendremos una industria que aporte sus propias innovaciones. Hace falta mucha investigación básica para que de ahí salga una poca que realmente vaya al producto y pueda alimentarse el sector productivo.

-¿La nanotecnología ha sido la revolución de las últimas décadas?

-Sí, fundamentalmente porque ha introducido un concepto que no se tenía en cuenta. Jugando con el tamaño puedes obtener propiedades totalmente nuevas y diseñar aplicaciones más eficientes y selectivas.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios