Un español de unos 25 años obligó ayer a un avión a demorar su salida más de hora y media. Y lo hizo tras asustar a los otros 147 pasajeros que iban en la aeronave al decir "todos vamos a morir hoy". Con su frase logró asustar a cuatro viajeros, que se negaron a volar ayer por miedo, aunque la mayoría prosiguió la ruta junto al propio causante del incidente, que finalmente sí viajó.
La nave que iba a despegar de Málaga con destino a Edimburgo tuvo que dar la vuelta en la pista en un primer momento y más tarde emprender el vuelo. Sin embargo, varias fuentes aeroportuarias expresaron ayer a Efe que no comprenden cómo el comandante del avión permitió que el protagonista de esta historia continuara su viaje hasta Escocia pese a lo ocurrido.
Cuatro pasajeros asustados desistieron continuar con el vuelo en tales circunstancias y no tuvieron más remedio que quedarse en tierra hasta hoy mismo, con evidente malestar, según las fuentes, que entienden que lo normal hubiera sido que se bajara el causante del problema y no alguien que padece la situación.
Tras cundir el pánico por la afirmación del chico, el avión -ya situado en la cabecera de la pista- tuvo que retornar hasta la zona de entrada y salida del pasaje y detenerse.
El joven fue cacheado por las fuerzas de seguridad, mientras las maletas ya embarcadas han tenido que ser sacadas, revisadas por seguridad y vueltas a introducir en la bodega de la nave.
Finalmente, el chico sí prosiguió su viaje en este vuelo de la aerolínea escocesa Fly Globespan, que tenía prevista su salida a las 13:30 horas y que lo hizo finalmente a las 15:10 tras mucho trasiego y un gran susto de por medio.
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