El aeropuerto de Málaga tendrá esta temporada de verano, que arranca el próximo domingo 26 de marzo y concluye el 28 de octubre, la mayor actividad de su historia con casi 90.000 vuelos ya programados en los que se ofertan un total de 15,5 millones de asientos. Se desconoce qué grado de ocupación tendrán los aviones, aunque a tenor del interés de las compañías aéreas por este destino y sus estadísticas internas se estima que será alto.

Es, por tanto, más que previsible que en 2017 el aeropuerto vuelva a batir su récord de viajeros alcanzado el año pasado. En 2016 pasaron por la instalación 16,6 millones de pasajeros, un 15% más que en 2015, y, solo en la temporada de verano, hay más de 15,5 millones de plazas ofertadas. Teniendo en cuenta que solo en enero y febrero, con datos cerrados, el aeropuerto fue utilizado por 1,78 millones de personas, se podría llegar o superar incluso los 18 millones de viajeros. El director del aeropuerto, Salvador Merino, prefiere ser prudente. "Hay que ir paso a paso. Hay una oferta amplia, el año pasado ganamos 2,3 millones de pasajeros y no sabemos a cuánto llegaremos este año porque hay muchos factores que pueden influir en la demanda, por lo que no podemos vender la piel del oso antes de cazarla", expresó.

Merino reconoció que la tendencia en enero y febrero "es francamente buena y se presenta un buen panorama, aunque habrá que esperar a ver el grado de ocupación de los aviones". El director del aeropuerto presentó ayer a los medios de comunicación los números de la temporada alta que comienza este fin de semana y son alentadores para el sector turístico y para la economía provincial.

Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (Aena) ya tiene confirmados a día de hoy 89.400 vuelos comerciales en el aeropuerto de Málaga en los próximos seis meses, lo que supone un aumento del 11,5% respecto a la temporada de verano pasada. Eso implicaría que, de media, habrá unos 500 vuelos diarios de entrada y salida, siendo lógicamente mayor en los picos de verano y menor en abril -a excepción de la Semana Santa-, mayo u octubre. En esos vuelos las compañías ofrecen las mencionadas 15,5 millones de plazas, un 13% más.

Desde Málaga se podrá volar directamente este verano a 126 destinos, siendo la mayoría europeos aunque también son clásicas las conexiones con Estados Unidos, Canadá, Rusia o Turquía. En esta temporada habrá cuatro destinos más que en verano de 2016, entre los que se encuentra, por ejemplo, un enlace directo con Tel Aviv en Israel. Hay destinos con varias rutas -a Londres vuelan varias compañías a diversas horas- por lo que, en total, este verano habrá desde el aeropuerto malagueño 242 rutas, 24 más que el año anterior.

El principal mercado es Reino Unido, con 62 rutas, siendo el aeropuerto londinense de Gatwick el más conectado con Málaga con 5.600 vuelos programados y un millón de plazas. El Brexit parece que, por ahora, no está calando entre los turistas británicos porque este verano las compañías han aumentado un 9% tanto sus vuelos como sus plazas con Málaga.

El segundo mercado más importante es el español con 13.200 vuelos, un 1,6% más, con 1,8 millones de plazas, un 3,8% más. No obstante, son muy llamativos los crecimientos del resto de Europa. Algunos mercados como el nórdico vuelven a apostar de forma clara por la Costa del Sol como demuestra el hecho de que las aerolíneas elevarán un 59,8% su número de vuelos con Málaga desde Suecia, con un 57,8% más de plazas. Holanda incrementa un 33% sus vuelos, Alemania un 22%, Dinamarca un 17%, Italia un 28%, Bélgica un 4,8%, Irlanda un 8%, EEUU y Canadá un 13%... "Es una prueba de la confianza en el destino Costa del Sol y un primer paso para dar buenos números al final del año. Málaga es un destino consolidado y, aunque hay novedades cada año, no hay cambios raros, siendo lo importante que se está creciendo", resaltó Merino, quien apuntó que la segunda pista, ante el aumento de demanda, se utilizará en más ocasiones este verano al haber más vuelos.