Pasadas las 13:00 de ayer el alcalde de Estepona, David Valadez (PSOE), presentó en la comisaría de la Policía Nacional de la localidad una denuncia ante la posible sustracción de vital documentación de los servicios de la intervención municipal. El regidor decidió actuar en este sentido después de que la interventora, en su informe de liquidación del presupuesto de 2009 contemplara que había desaparecido información absolutamente relevante referida a la contabilidad municipal como por ejemplo los proyectos de gastos después de que Valadez decidiera, por decreto, trasladar de departamento al funcionario que gestionaba esta parte de la contabilidad.

Valadez, además de poner los hechos en conocimiento de la Policía, ya anunció durante el último Pleno que adoptará las medidas que contempla el régimen disciplinario municipal contra el trabajador encargado de custodiar esa información.

El que sí disponía de esa información el día antes del Pleno era el concejal no adscrito, imputado en Astapa, Francisco Zamorano quien aseguró que la puso en conocimiento de la intervención horas antes de que se diera cuenta en sesión plenaria de la liquidación del presupuesto. Según esos datos, que Zamorano aseguró tener en su poder al ser parte de la liquidación de 2008, el remanente negativo de tesorería no sólo no se reduciría en 20 millones de euros, como anunció el alcalde, sino que se vería aumentado hasta los 65 millones de euros en lugar de los 43 que se contemplaban en la liquidación.

La decisión de Valadez de denunciar el presunto robo de documentación llevó a la oposición de acusarle de llevar a cabo una caza de brujas contra los trabajadores municipales "que no hacen los informes en el sentido que a usted le gustaría", según mantuvieron diferentes portavoces de la oposición tanto del PP como del PES y del grupo de no adscritos.