Francisco de la Torre se queda solo en su oposición al tranvía al Civil. Su soledad quedará enmarcada en el Pleno municipal, al que acuden hoy el resto de grupos con el objetivo de retratar su negativa a permitir la terminación del proyecto del Metro en los términos acordados por él mismo a finales de 2013. Toda la oposición, incluido el socio de investidura del regidor, tienen la intención de acorralarle y poner en evidencia la involución que ha protagonizado desde que estampó su firma en el protocolo de intenciones sobre el que se definió la culminación de la red ferroviaria.

Frente a las modificaciones de Ciudadanos y Málaga Ahora, cuyos discursos han ampliado el foco hasta aceptar el tramo al Civil, De la Torre se mantiene intransigente en su negativa a permitir que el ferrocarril urbano alcance la zona norte de la ciudad a ras de calle. Extremo que queda confirmado cuando ayer, por vía de urgencia, el Partido Popular anunció una moción en la que lejos de mostrar cercanía a las tesis de la oposición, se distanció más aún de ellas.

La suya es una de las cuatro iniciativas que se debatirán en el Pleno de hoy. Con ella, los populares quieren que se recupere la "filosofía" del convenio original del Metro, que data de 2003, y el trazado culmine bajo tierra hasta La Malagueta. Con la misma, el Ejecutivo local vuelve a cerrar cualquier posibilidad de acuerdo en este asunto y rubrica su posición después de que el Consejo de Gobierno andaluz declarase de interés metropolitano el recorrido desde El Corte Inglés hasta el entorno del Civil. "Lo que planteamos en esta moción difícilmente no tendrá el apoyo de las fuerzas políticas", afirmó el portavoz del equipo de gobierno, Carlos Conde.

Las otras tres mociones, ordinarias, corresponden a Ciudadanos, el PSOE y Málaga para la Gente. Especialmente llamativo es el paso adelante del socio de investidura del alcalde, que tiempo atrás llegó a proponer a la Junta de Andalucía destinar la inversión reservada para el tramo al Civil (unos 41 millones de euros) a la prolongación del trazado desde Los Asperones hasta el PTA, opción descartada por la Consejería de Fomento. Asumida esta realidad y el descalabro económico que supone el Metro, con un coste de 13 euros por viajero, la formación pone sobre la mesa el desbloqueo de la obra y la necesidad de que la Administración regional acometa "actuaciones correctoras mediante un plan de inversiones de cumplimiento vinculante y cierto" con el que mejorar los espacios urbanos, las zonas verdes y la creación de aparcamientos en Bailén-Miraflores.

Asimismo, se le insta a estudiar el modo de que el Metro asuma los empleos de la EMT en caso de que hubiese que ajustarse su plantilla. La moción avanza en la necesidad de que se elaboren informes sobre las consecuencias de "incumplir el acuerdo" entre la Junta y el Ayuntamiento y se reitera la necesidad de firmar una adenda al convenio de 2003 para adaptar las obligaciones económicas municipales.

En una línea semejante, los socialistas exigen al Consistorio el cumplimiento de lo firmado en 2013, así como que estudie y programe un plan de microactuaciones urbanísticas en el entorno de las estaciones de Metro y que, junto a la Junta, estudien realizar una campaña de apoyo al comercio de la zona y otras demandas de la ciudadanía del distrito. "El alcalde es un kamikaze que se ha metido en autovía en dirección contraria y se ha quedado solo contra el futuro de Málaga", dijo el edil Sergio Brenes, quien lamentó que el PP "empuja a la ciudad a un precipicio, además con los ojos vendados".

Los responsables de Málaga para la Gente instan al equipo de gobierno a que no bloque la ejecución de las obras del trazado en superficie del Metro hasta el Hospital Civil y a que "colabore activamente" para que puedan iniciarse cuanto antes. Asimismo, se le reclama que cumpla con los firmado en 2013, documento que sentó las bases para modificar el trazado del suburbano. La llegada bajo tierra hasta La Malagueta se sustituyó por un doble ramal: soterrado hasta la Alameda y en superficie hasta el Civil.

El PP se parapeta en su negativa a que se haga el tranvía y reclama para ello respetar el acuerdo original. En la moción se acusa a la Junta de "emprender una huida hacia adelante en solitario, aferrándose a un protocolo" que, según señala, fue firmado por el alcalde "por responsabilidad y lealtad institucional". El apoyo, añade, estuvo condicionado, por la "advertencia" de la Junta de que su rechazo "paralizaría el proyecto del Metro y pondría en riesgo la financiación del BEI (Banco Europeo de Inversiones)".