Málaga

Un andamio aspirante a la eternidad

  • Urbanismo ordena a la propiedad del Palacio Trinidad Grund que retire la estructura tras la insistencia de los vecinos del entorno

  • Está en pie desde hace unos cinco años

Un andamio aspirante a la eternidad

Un andamio aspirante a la eternidad

Un palacio con una segunda piel de acero y malla. Sus fachadas, protegidas, quedan escondidas tras un andamio con aspiraciones a convertirse en eterno. La estructura cubre todo lo ancho y lo alto de un inmueble con doble cara: la del sur, a Vendeja; la del norte, a Trinidad Grund. La secuencia visual de este edificio, cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII, quedó detenida en marzo de 2013, cuando el desprendimiento de parte de cubierta forzó a la propiedad a instalar la estructura para ejecutar las obras de reparación. Desde entonces se mantiene en pie.

El paso de los meses y los años ha acabado por hastiar a los vecinos del entorno del Palacio Trinidad Grund, en manos de la sociedad RA Capital, o lo que es lo mismo, del empresario Ricardo Arranz, propietario del Hotel Villa Padierna. Un grupo de ellos viene reclamando desde tiempo atrás la necesidad de borrar la mancha que supone el andamio no solo para el propio edificio protegido sino también para la calle en la que habitan.

La situación ha llegado al punto de reclamar información en varios momentos a la Gerencia de Urbanismo, preocupándose por las razones de que la estructura metálica siga intacta. La queja parece tener ya respuesta por parte del departamento dirigido por el concejal de Ordenación del Territorio, Francisco Pomares, quien confirma a Málaga Hoy la firma de una orden para que la empresa retire el andamio. Según los datos conocidos, el plazo otorgado para llevar a cabo la actuación concluye este domingo. De no intervenir la propiedad, Urbanismo tiene la intención de actuar de manera subsidiaria, dando solución al problema.

La reacción de Urbanismo, sea como fuere, parece tardía. Pomares relata la existencia de no pocas peticiones para el desarrollo de las actuaciones necesarias en el edificio y justifica en buena medida la dilación de los tiempos en que "ha ido enredando sobre el modo en que se tenía que llevar a cabo la rehabilitación del edificio; hay todo un expediente jurídico sobre este tema".

El trasfondo, a juicio del edil, es el antiguo deseo de la propiedad de reconvertir el uso del inmueble, actualmente de equipamiento, a hotelero. Una maniobra que requiere de una tramitación compleja, con el aval de la Junta de Andalucía, y la aportación de un suelo que permita compensar la pérdida de ese espacio de equipamiento. "Para que eso se pueda hacer tiene que cumplir la normativa", dice taxativo el edil del PP, quien admite que es "una lástima" que un palacio de esta envergadura se encuentre en las condiciones en las que está. "O le da uso de equipamiento o que mueva el expediente para el cambio de uso o que venga alguien y se lo compre", viene a resumir Pomares. La idea de convertirlo en hotel ya fue barajada en el año 2003, cuando se conoció la disposición de la propiedad de impulsar un establecimiento de 5 estrellas. El proyecto, enterrado con los años, contemplaba una inversión de unos 9 millones de euros y unas 40 habitaciones. Con la caída del tejado hace ahora casi cinco años se supo que en 2007 la Gerencia de Urbanismo dictó otra orden de ejecución para que ejecutase tareas de conservación en el inmueble. Las mismas fueron desarrolladas en 2009.

"Nos preocupa que pasen años y años y esto siga siempre igual; aquí se hace muchas cosas pero no se hace nada; estamos cansados de esto y hay que protestar", cuenta una vecina, quien dice recordar el andamio desde hace al menos ocho años. "Lo han puesto, lo han quitado", señala. La última vez y ya para quedarse, en marzo de 2013. Otra vecina lamenta también la situación: "no sé lo que piensa el dueño y si no piensa que quite los andamios". Incluso, otro de los residentes cuenta que aprovechando la cercanía del andamio a las ventanas del inmueble aledaño, entraron en uno de las viviendas para robar.

Claes Norrlof, que lleva dos años y medio viviendo en la zona, pone voz y rostro a la reivindicación de los vecinos. Ha sido justamente él el que en los últimos meses ha estado en contacto con los técnicos de Urbanismo para conocer la situación del andamio y denunciar su permanencia. "En noviembre del año pasado estuve dos veces en Urbanismo y pedí ver el expediente; después no pasó nada", cuenta en el momento en que le interrumpe una vecina que clama: "ultimátum es lo que hay que poner". La última comunicación que le dieron a Claes le permitió conocer la orden de ejecución dada a la propiedad. Ahora solo queda esperar.

La propiedad del edificio muestra su extrañeza ante la última orden de Urbanismo, toda vez que fue este mismo ente el que le exigió su colocación en 2013 para el arreglo del tejado. "Cada vez que ha hecho un poco de viento ha habido problemas con el tejado", vino a comentar Ricardo Arranz, quien aseguró que en este momento "se está en fase de reparación; estamos en tramitación".

Vecinos y comerciantes

junto al Palacio de

Trinidad Grund.

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