En una localidad tomada por la Guardia Civil parece que el importante despliegue policial no sirvió de inconveniente para que un ladrón cometiese su delito. Eran aproximadamente las 10:00 cuando un hombre ataviado con un casco de motocicleta y unas gafas de sol entraba en la Asesoría-Gestoría Blancas, entidad colaboradora del Banco Santander. A punta de pistola obligaba a la empleada a que le diera todo el dinero, una cuantía total de 490 euros. Piedad Caro, la responsable de la entidad, no se encontraba allí en ese momento: "Salí a desayunar y dejé a mi compañera allí y al llegar me encontré que había entrado un hombre con casco y con una pistola con la que amenazó a una chica". Enseguida se personó la Guardia Civil para tratar de encontrar datos y pruebas que ayudaran a esclarecer los hechos y saber más sobre el atracador.
Piedad Caro reconoció que había sido más "el miedo por el atraco y por ver cómo un hombre apuntó a su compañera que la cantidad en sí sustraída". Caro reconoció que al ser una entidad colaboradora y no un banco no suelen disponer de grandes cantidades de efectivo en las oficinas.
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