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Málaga

"El bienestar económico no supone una disminución de la frustración"

  • Cree que la sociedad actual tiene tales exigencias con sus miembros, tanto a nivel de apariencia física como de producción, que los esclaviza. Por eso critica que se exija la estética de los 30 años a personas de 50

-¿Cómo le gustan las mujeres: campana, diábolo o cilindro?

-La belleza puede estar en cualquiera de los morfotipos. No me gusta cómo se ha denominado a los morfotipos de las mujeres, es poco afortunado. A los hombres se les dice pícnicos, atléticos o leptosómicos. Es más respetuosa que la denominación asignada a la mujer. Llamarle a un hombre gordito, se le llama pícnico. Decirle a una mujer que tiene morfotipo campana es menos poético y más peyorativo.

-¿Y es útil este estudio del Ministerio de Sanidad?

-Es interesante conocer los morfotipos. La iniciativa fue una medida para frenar la anorexia. Ahora sabemos cómo es el morfotipo y lo que vamos a hacer al final es ayudar a la industria del vestido a que produzca en función de cómo son las españolas. Tendría que ser la industria la que debería haber tenido el interés, más que el ministerio. Pero bueno, está bien, no podemos ser críticos con esta medida. No es revolucionaria, pero supondrá una mejora a la hora de comprar ropa.

-¿Usted tiene problemas a la hora de comprarse la ropa?

-El problema es que hay diferencia entre las tallas italianas, españolas y francesas. A veces uno se lleva alegrías y otras, tristezas.

-¿El problema es la talla o que pedimos demasiado a la ropa?

-Estamos en la sociedad del bienestar y es una de las sociedades más frustradas. El bienestar económico no va acompañado de disminución de la frustración. A la sociedad actual se le exige una serie de cosas que la esclavizan. La estética de los 30 años se pide a personas de 50 ó 60, una exigencia que esclaviza.

-¿La mujer tiene que mirar a la pasarela o al espejo?

-Yo he aprendido mucho de mi trabajo con pacientes anoréxicas. Y una de las conclusiones es que el bienestar es psíquico. Puedes tener un cuerpo 10 y estar frustrado o ser un gordito absolutamente feliz. Tiene que ver poco la satisfacción con determinados morfotipos. No va acompañado lo que te refleja el espejo con lo que tú sientes.

-¿La obesidad infantil, qué problemas planteará en el futuro?

-Ese no es un problema de futuro, es de presente. Que el 15 por ciento de los adolescentes sean obesos es una realidad y provoca patologías. Estamos viendo pacientes diabéticos en niños de 15 años, algo provocado por la gordura y eso sólo se veía por encima de los 35 años. La diabetes del adulto se está adelantando a adolescentes obesos.

-¿Qué se está haciendo mal?

-Los niños de ahora comen más porque el acceso a los alimentos es más fácil y sobretodo a alimentos de alto contenido calórico. Hay una mayor ingesta y una disminución en el gasto porque se mueven infinitamente menos.

-No es fácil arrancar a los niños de delante de los videojuegos...

-Es un problema social. Si dices voy a ir en contra de la corriente, prohibo los videojuegos, estás convirtiendo a tu familia en algo marginal. Las modas las marca el mercado y la política tiene que tener influencia en el mercado. Yo puedo resistirme a la videoconsola hasta cierto punto. Si hay anuncios de videoconsolas a toda hora, se abaratan los costes y tiene videoconsola el 80 por ciento de la población, el mercado marca la tendencia. Ahí la política tiene que jugar un papel importante.

-¿La iniciativa NAOS en la que usted participa es un intento de influir en el mercado?

-Es para promocionar la dieta sana y la actividad física. Eso sirvió para que la clase política se diera cuenta de que estamos ante un problema de una magnitud importante. Ahora toca tomar medidas.

-¿Y qué medidas pueden ser?

-Promover el ejercicio en el ámbito educativo, aumentar las horas de gimnasia...

-¿En los colegios?

-Sí; si realmente pensamos que hace falta incrementar la actividad física de nuestros niños.

-¿Y con los comedores escolares que haría?

-Los comedores, dentro de sus posibilidades porque tienen que ser competitivos, la mayoría cumple criterios de calidad. El problema es que no permiten individualizar. Hay una ración igual para un niño de tres años que para uno de ocho, para el gordito que para el delgado. Un comedor puede tener una dieta impecable, que puede ser deficitaria para un niño de 16 años y un exceso para uno de 17. La individualización que se hace en las casas, en los colegios no se puede hacer. Ese es el problema fundamental, más allá de que la comida de los colegios sea más o menos sana.

-¿Y es sana?

-El año pasado estuve revisando la dieta de 10 colegios y el 60 por ciento era sana. En un 40 por ciento había un exceso de fritos o de productos no naturales.

-¿A ese 40 por ciento Educación debería darle un toque?

-Podemos corregir que en vez de tomar dos días patatas fritas sólo se tomaran un día; pero el problema es más la individualización.

-¿Hace falta un tercer hospital ?

-En Málaga hacen falta dos hospitales regionales. El Clínico debe tener la entidad de hospital regional igual que el Carlos Haya. Por la población que atiende el Clínico es más que razonable. Málaga es similar a Sevilla y Sevilla tiene dos hospitales regionales. Más que un tercer hospital habría que potenciar el Clínico y reforzar el Carlos Haya. Cuando haya dos hospitales regionales, entonces habría que plantearse un tercer hospital si los recursos fueran insuficientes.

-¿Ya sabe qué va a votar el 9-M?

-Sí, no tengo dudas.

-¿Es un votante fiel?

-No, no. Yo creo que el votante fiel es el enorme problema de la democracia. La bipolarización política es mala para la democracia y para la sociedad. Estamos en un momento donde no hay tonos de gris. Las realidades son blancas o negras según el periódico que se lea. Sin embargo, la realidad tiene matices.

-¿Qué le pide a los políticos?

-Málaga tiene un tremendo potencial y los políticos deben ir por delante. No que cuando se colapsa las infraestructuras se plantean otras nuevas. Que se anticipen, eso les pido. Por sus características va a tener que invertirse en infraestructuras educativas, sanitarias, de comunicación. Les pido que hagan planes pensando en esa potencialidad, no haciendo planes de presente. Lo que Málaga necesita son políticos que hagan planes en función del futuro, pensando en un crecimiento importante de la provincia.

-¿Qué le parece que haya más de 100.000 parados en Málaga?

-Es el problema social más importante. En España, con un crecimiento económico del 3 por ciento es una indignidad que no haya pleno empleo. Corresponde a los políticos tomar medidas para que el pleno empleo sea una realidad.

-¿Situaciones como el paro se notan en las consultas?

-Sí. Lo que más se consulta tiene que ver más con el malestar psíquico del paciente que con su malestar físico. Y la evolución de enfermedades es diferente en función del bienestar o malestar psíquico del paciente. Un paciente consulta más en función de su malestar psíquico que por cosas físicas. La respuesta a los tratamientos tiene mucho que ver con la situación psíquica del individuo. Y esa situación psíquica tiene mucho que ver con su situación económica, con el bienestar laboral.

-Viviría en un piso de 30 metros?

-No es a lo que debe aspirar esta sociedad. Si esta sociedad aspira a resolver el problema de la vivienda con minipisos, mientras hay otros espacios para vivir de 7.000 metros cuadrados... Esta sociedad debe tender a que las diferencias sean las menos posibles. No podemos vivir en un mundo de fantasía donde todo el mundo es igual. La igualdad absoluta es difícil , pero hay que aspirar a disminuir las diferencias.

-Póngale nota a la sanidad pública.

-La sanidad pública española es una de las mejores del mundo. Una sanidad que da cobertura al 100 por 100 de los españoles y con este nivel de calidad no hay otro modelo así en nuestro entorno. Debemos estar muy orgullosos del modelo, pero eso no significa morir en la complacencia. Para que este tesoro siga, hay que invertir, mimarlo.

-¿Qué le mejoraría?

-[Duda] Habría que mimar más a los profesionales. Hay una sobrecarga de trabajo que se resuelve con profesionalidad. Hay que provocar un cambio para que haya una visión menos funcionarial. Al cirujano brillante hay que reconocerle ese espacio de dignidad, igual que al enfermero absolutamente eficiente. El sistema todavía permite poco para reconocer la excelencia de determinados profesionales. El problema fundamental yo creo que es de motivación de los profesionales. Se están haciendo productividades en función de los logros. Hay que buscar más herramientas para motivarlos.

-¿Y en investigación, se invierte lo suficiente?

-La inversión que se ha hecho en los últimos años ha sido muy importante. Yo en los últimos seis años he recibido el doble de financiación pública. Pero eso supone una enorme responsabilidad porque estamos usando recursos públicos para investigar y esa investigación debe revertir en el ciudadano que es quien a fin de cuenta nos da el dinero para investigar. Yo tengo que creer que todo lo que estamos investigando en diabetes, va a acabar más tarde o más temprano en la cura de la diabetes, que es el fin último.

-¿Qué le parece que haya jueces y concejales investigados por la Justicia?

-Me entristece que personas usen un cargo público para su beneficio personal, pero me da una enorme alegría que esos casos se conozcan, se juzguen y se condenen. La fantasía del humanismo de que a través de la cultura el ser humano se va a hacer más bueno es una falacia. Quedó demostrada con el nazismo. El ser humano juega entre el blanco y el negro. Hay debilidades y existirán mientras exista el ser humano. A mí me gratifica que esas debilidades salgan a la luz pública y que no provoquen un mal para el resto de la sociedad. La debilidad en lo individual que cada uno se apañe, pero cuando afectan al resto hay que tener mecanismos para que cada uno reciba la corrección que sus actos merezcan.

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