Los cuerpos de los nueve fallecidos en el accidente de autobús de Benalmádena (Málaga) serán repatriados a Finlandia el próximo viernes y doce de los trece heridos que permanecen ingresados en hospitales malagueños lo harán el sábado en un avión fletado por el gobierno finlandés.

A pesar de que se había asegurado que los cadáveres se repatriarían mañana, finalmente lo harán el viernes, según ha informado hoy la coordinadora del equipo de atención de Cruz Roja de Finlandia, Päivi Muma, quien no ha podido precisar de qué forma "porque es un asunto que está llevando la policía de Finlandia".

El avión que traslade a los heridos llegará desde Finlandia con equipos médicos, cuatro facultativos y cinco enfermeros que colaborarán con el grupo de profesionales que llevan en España desde el pasado domingo.

Está previsto que el avión de regreso a Finlandia despegue del aeropuerto Pablo Ruiz Picasso de Málaga a las 03.15 horas.

En él además se trasladará a los nueve familiares de las víctimas que aún permanecen en España, así como el grupo de psicólogos y cinco miembros de Cruz Roja de este país que se encuentra prestando ayuda a los heridos.

En principio, según ha manifestado Muma, la única víctima que permanecerá en España es una mujer de unos 50 años que se encuentra en coma en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Carlos Haya de la capital malagueña.

A esta herida le prestarán servicios y cuidados los diferentes voluntarios de la comunidad religiosa de finlandeses de la Costa del Sol.

La coordinadora del equipo de Cruz Roja de Finlandia ha destacado además la labor que se ha realizado por parte de los servicios médicos españoles y ha asegurado que los facultativos fineses han quedado muy satisfechos por el trabajo realizado por sus homólogos en España.

Por su parte, la portavoz de Cruz Roja en Málaga, Patricia Caro, ha apuntado que han estado trabajando un grupo de 40 voluntarios desde que se produjo el accidente y ha indicado que ahora realizan labores de apoyo psicológico a enfermos y familiares.

Según la investigación preliminar, un todoterreno, que circulaba a una velocidad excesiva e inadecuada para las condiciones de la vía en ese momento, adelantó por la izquierda al autocar de turistas finlandeses, perdió el control a la entrada de una curva, colisionó con el quitamiedos de la carretera y rebotó hasta chocar con el autobús.

El conductor del todoterreno dobló el límite permitido en las pruebas de alcoholemia al dar 0,5 miligramos de alcohol por litro de aire espirado tras el accidente, en el que hubo una treintena de heridos además de los nueve fallecidos el pasado sábado.