Lo que hasta hace unos días parecían diferencias insalvables, ayer eran todo elogios entre las partes tras el acuerdo alcanzado entre el comité de empresa y la empresa mixta de limpieza Limasa. El presidente del comité de empresa, Francisco José Morales, aseguró que "tanto lo que nosotros pedíamos como lo que la empresa y el Ayuntamiento nos pedían ha sido satisfecho plenamente". Ante lo que Ana Navarro, concejala de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga, añadió que "nadie ha dado más que nadie, sino que todos han cedido lo máximo que han podido". Los empleados dijeron haberse adaptado a las circunstancias económicas actuales "de la manera más responsable y menos dolorosa para los trabajadores y para el Ayuntamiento".

Sobre la posibilidad de que el ERE influyera en el resultado final del acuerdo, el representante sindical declaró que no se aceptó en la noche del jueves porque "era muy tarde, fueron muchas horas, y la nitidez y la rapidez mental se perdieron", pero descartó que se debiera a esa amenaza que "a día de hoy es una de las cuestiones que primero ejecutan las empresas más egoístas y cobardes". También la concejal de Medio Ambiente se mostró satisfecha por haber conseguido que "el malagueño no va a padecer una huelga y porque no le va a costar más dinero mantener limpia la ciudad", aunque no se concretaron las cifras en las que se traducirá este acuerdo.

Pero tendrá un carácter muy provisional porque el actual convenio vence el 31 de diciembre de este año y habrá que negociar uno nuevo, del que el presidente del comité dijo que "no nos quedará más remedio que adaptarnos a las condiciones que haya entonces, que se prevén duras". Sobre la negociación de ese nuevo documento de Limasa, la concejala de Medio Ambiente defendió la gestión actual de la empresa y dejó claro que "ya se han sentado las bases" para establecer ese futuro acuerdo laboral que se prevé complicado.