Unos 456 rayos, la acumulación de 152 litros por metros cuadrado en apenas tres horas y abundante granizo. Esas son las escalofriantes cifras que resumen el fenómeno meteorológico ocurrido ayer en Málaga capital y al que los expertos llaman oficialmente depresión aislada en niveles altos o Dana. Es algo relativamente habitual en esta zona mediterránea y una situación verdaderamente complicada de predecir con los actuales modelos numéricos. La Dana no es más que un embolsamiento aislado de aire frío en los niveles altos de la atmósfera que se formó ayer mismo sobre el Atlántico, en el noroeste de la Península, y que se siguió el recorrido que en esta zona supone el mayor peligro de una situación de estas características. Es decir, se desplazó hacia el sur hasta situarse en el Golfo de Cádiz, lo que provocó "una fuerte inestabilidad con ayuda del flujo de componente este que había en superficie que contribuyó aportando mucha humedad", explicó a este periódico el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Pablo López Cotín.

La confluencia del viento frío de suroeste en las capas altas de la atmósfera en contacto con la humedad del viento del este fue como un choque de trenes que dio lugar a un impresionante aparato eléctrico entre las 2:00 y las 5:00 de la madrugada de ayer, periodo en el que se contabilizaron en el área geográfica en el que se sitúa la capital unos 456 rayos.

Es la diferencia de temperatura entre el frío en niveles altos y el mar lo que hace que estos fenómenos sean relativamente frecuentes en esta zona, aunque especialmente en otoño cuando ese contraste térmico puede ser mayor. La particularidad de estos casos es "muy difícil saber" donde va a afectar. Según López Cotín, la dificultad radica en que "la precipitación en estos casos es muy activa y localizada en una zona muy concreta", por lo que advirtió que a partir de los modelos numéricos "no se podía prever una situación tan específica y se activaron los niveles de alerta conforme a la evolución que se iba observado".

De hecho, en casos como los ocurridos ayer. es muy probable que dentro de la misma ciudad no llueva por igual en todos sitios y que a escasos kilómetros la situación que se viva sea muy diferente. Prueba de ello son las dispares cantidades de agua recogidas en unos y otros puntos de la capital en las mismas horas, Por ejemplo, la mayor acumulación de lluvia se produjo en la estación meteorológica del puerto de Málaga, donde se recogieron 152 litros por metro cuadrado. Sin embargo, a apenas cinco kilómetros, en la sede del Centro Meteorológico de Málaga situado en la zona de El Cónsul, cayeron 65 y y más hacia el oeste, en el aeropuerto, tan sólo 28.

La Dana se fue desplazando a lo largo de la mañana hacia el litoral occidental de la provincia, aunque ya no con la misma intensidad, y ya a última hora estaba previsto que afectará al Estrecho de Gibraltar y el norte de África.

A falta de que el Centro Meteorológico de Málaga confirme con datos la excepcionalidad de la tromba de agua caída ayer, el récord absoluto de toda España de lluvia caída en poco tiempo también lo sigue teniendo la capital y data del 27 de septiembre de 1957, cuando en tan sólo once horas se registraron 313 litros por metro cuadrado, una tromba que dejó un reguero de desastre.