El procedimiento para adjudicar la terminación del tramo del Metro en El Corte Inglés, casi dos años después de que se paralizase, incluye no sólo el desarrollo de la construcción del túnel por el que circularán los trenes en dirección al Centro, sino también una importante labor de arqueología que requerirá unos 12 meses y más de un millón de euros.

Los documentos técnicos que forman parte del pliego de condiciones del concurso, que habilita a las empresas a presentar sus proposiciones hasta el 24 de julio, otorgan especial valor a unas tareas que se han demostrado esenciales en el buen desarrollado de la infraestructura, como demuestran los imprevistos de Callejones del Perchel.

Tres equipos de arqueológos trabajarán en la Avenida de Andalucía 6 meses

Bien es cierto, como exponen expertos en consultados por este periódico, que el riesgo de que la obra se tope con restos de valor en la parte que queda por ejecutar es menor. En concreto, la intervención arqueológica que ha de ser asumida por la adjudicataria alcanza una superficie de unos 4.160 metros cuadrados en el brazo que se extiende desde el puente de Tetuán hasta antes de la Plaza Manuel Alcántara, y otros 1.044 metros en Armengual de la Mota.

A diferencia de la Avenida de Andalucía, que ya fue objeto de una obra subterránea de envergadura con la construcción de un aparcamiento municipal, es en Armengual de la Mota donde las fuentes consultadas admiten dudas sobre a lo que pueda ocurrir. "Se puede decir que es una zona de huertas pero es que también se suponía que Callejones del Perchel era de huertas...", indicaron.

El estudio de impacto ambiental elaborado sobre el tramo del Metro en superficie hasta el Civil, que justo arrancaría desde la estación Guadalmedina, ya advertía de la necesidad de considerar como zona de cautela arqueológica la parte inicial del tajo, localizado justamente en el cruce de la calle Hilera con Armengual de la Mota. "Nos encontramos aún dentro de los límites hipotéticos del arrabal de Alttabaim", advertían los técnicos.

La planificación prevista marca la necesidad de realizar una continua vigilancia arqueológica en los movimientos de tierra y una excavación arqueológica en extensión. La misma "servirá para establecer diagnósticos y aplicar soluciones de forma directa, realizar los estudios y definir los posibles elementos patrimoniales para adelantarse a las necesidades de obra y evitar la paralización", exponen los documentos. Para ello, se apunta la necesidad de contar con tres equipos durante seis meses en la Avenida de Andalucía, con unas 27 personas; y otros tres equipos durante un mes en Armengual, con otras doce personas.