Málaga

La compleja galaxia socialista

  • La lucha por la dirección del PSOE de Málaga, que lidera Marisa Bustinduy desde 2000, se presume intensa

Los acontecimientos se precipitan. En sólo cuatro días, dos episodios han hecho aún más evidente la quiebra del universo socialista de Málaga, en continuo movimiento. La secretaria provincial del PSOE, Marisa Bustinduy, necesitaba cariño y respaldo tras el resbalón del 9-M y lo ha recibido sólo a medias. Los secretarios de siete agrupaciones de la capital se lo han dado en una reunión a la que, sin embargo, no fueron invitados los tres dirigentes críticos con ella: los de las asambleas Centro, Puerto de la Torre y Carretera de Cádiz, las más numerosas. La elección del nuevo portavoz municipal tampoco ha salido como deseaba la ejecutiva del partido, con tres ediles díscolos que se han opuesto a la designación de Enrique Salvo, hombre de Bustinduy, como líder de la oposición en el Consistorio.

La número uno de los socialistas malagueños, nombrada por Chaves secretaria tercera del Parlamento andaluz en lo que muchos ven un regalo envenenado, ha renunciado a sus actas en el Consistorio y la Diputación Provincial, pero no quita ojo al partido, que lidera desde 2000. Bustinduy, que aún no ha aclarado si optará a la reelección como secretaria del PSOE malagueño, tendrá ocasión de medir sus fuerzas con los críticos en poco tiempo, en el congreso para elegir a los delegados que representarán a Málaga en los congresos federal y andaluz, previos a la cita para nombrar a la nueva dirección en la provincia. Mientras, cada bando espera expectante los nuevos nombramientos de la Junta y el Gobierno central.

¿Quiénes son los críticos al equipo de Bustinduy y de qué fuerzas disponen? Lo que parece claro es que mientras el sector oficial está perfectamente organizado, sus rivales suman fuerzas casi a diario, pero más deslabazados; con varios referentes, pero sin una alternativa con nombre y apellidos que los aglutine bajo el mismo paraguas. Es decir, Bustinduy tiene sus satélites perfectamente alineados y los críticos se mueven, todavía, como meteoritos en un terreno arcilloso. Un militante del PSOE es muy gráfico para expresar esta idea: "Hay incluso críticos por alinear". O quienes están "a la expectativa" para ver hacia dónde se puede inclinar la balanza, precisa. No se puede perder de vista tampoco a los "no oficialistas", alejados de las tesis de la dirección, pero "institucionalizados", es decir, que temen perder sus cargos públicos si se pronuncian demasiado pronto.

Las primeras voces contrarias a la gestión de Bustinduy se oyeron tras las elecciones municipales, cuando el partido perdió en la provincia frente al PP. La propia secretaria provincial no fue capaz de arañar ni un solo concejal más en la capital, donde era candidata por segunda vez, y se perdieron ayuntamientos como el de Vélez, Torrox o Ardales, además del reparto de escaños en el gobierno de la Diputación, ocupados sobre todo por perdedores en los comicios. Miembros del PSOE reclamaron una reflexión seria, aunque la ejecutiva provincial eludió un examen desde la autocrítica y se amparó todo lo que pudo en la abstención. Hubo episodios que echaron más leña al fuego, como la petición de destitución no atendida del delegado provincial de Medio Ambiente, Ignacio Trillo, por parte de Bustinduy porque, supuestamente, había criticado internamente la estrategia de los dirigentes malagueños.

Pocos días después del episodio, a finales de septiembre pasado, los primeros críticos dieron la cara. Bajo la protección del colectivo Pablo Iglesias, el primero en apostar públicamente por un cambio de la dirección socialista fue el alcalde de Monda, José Antonio Bernal. En la segunda reunión, que congregó a un centenar de personas, se dejaron ver, por ejemplo, el ex vicesecretario provincial José Aurelio Aguilar Román; el ex delegado de Cultura Fernando Arcas; y el ex alcalde de Estepona Toni Caba.

También salió a la palestra el regidor de Coín, Gabriel Clavijo, y luego lo hizo el de Guaro, Sebastián Rueda, en nombre ya de la coordinadora Nueva Mayoría, con la que se identifican los secretarios de las agrupaciones de la capital non gratos para Bustinduy: Rafael Granados (Centro), Antonio Utrera (Puerto de la Torre) y Emiliano de Cara (Carretera de Cádiz).

Pero esto ya ha ocurrido tras las elecciones generales y autonómicas, después de un impás, de una tregua entre familias para tratar de obtener los mejores resultados en la cita con las urnas el 9-M. El armisticio se inició con el nombramiento del teóricamente neutral José María Martín Delgado como coordinador electoral y la petición de Bustinduy de lavar los trapos sucios en casa, pero el proceso de elaboración de listas reavivó la crisis. Sin problemas aparentes en la del Congreso, con la ministra Magdalena Álvarez como número uno, Bustinduy se vio obligada a incluir tras la presión de la militancia a los parlamentarios Luciano Alonso y Paulino Plata, a los que la secretaria provincial no quería en la candidatura autonómica.

El PSOE de Málaga no salió bien parado el 9-M: perdió las elecciones autonómicas frente al PP, partido al que también cedió un diputado en el Congreso, pese al aparente tirón de la ministra y a una legislatura cargada de inversiones para Málaga, con el AVE a la cabeza.

Las críticas han arreciado y Bustinduy puede pagar caro su desprecio inicial hacia Alonso. El parlamentario andaluz, con una dilatada trayectoria política, todavía no se ha manifestado, pero es vox populi que promueve la renovación de la dirección del partido en Málaga. El senador Pedro Villagrán, en la ejecutiva, también ha iniciado, tras renovar su cargo, su propia corriente crítica, Socialistas de Izquierda.

Es un enigma saber ahora mismo qué ocurrirá en el PSOE malagueño y Manuel Chaves, secretario general del PSOE-A, ya ha advertido de que no tutelará el debate sobre la futura dirección en la provincia. Un militante consultado resalta otro "misterio": la relación actual entre Bustinduy y el presidente de la Diputación, Salvador Pendón. ¿Continúan con su "sociedad inquebrantable" o la relación se ha vuelto "tensa"?

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