Málaga

El concejal huido de Malaya fue fichado como asesor de campaña del alcalde argentino de San Juan

  • El edil ha vivido durante años con su pareja en Rivadavia, a siete kilómetros de la capital, donde se dio a conocer como experto en política

El concejal prófugo del caso Malaya, detenido en Argentina

El concejal prófugo del caso Malaya, detenido en Argentina

La Policía Federal de Argentina ha detenido a Carlos Fernández, el concejal andalucista procesado en el caso Malaya huido de la Justicia española desde junio de 2006, en Rivadavia, un departamento a apenas 7 kilómetros de San Juan, capital de la provincia del mismo nombre situada al oeste del país. El edil prófugo, de 49 años de edad, llegó a esta localidad de unos 80.000 habitantes hace ya años, donde era ampliamente conocido con el nombre de Carlos Hernández. Allí, en vez de ocultarse, había conseguido hacerse un hueco en la vida social como asesor político. De hecho, en 2015 trabajó en la campaña electoral que condujo al poder a Franco Aranda, actual intendente (figura equivalente a alcalde) de San Juan. Aunque formalmente no estaba vinculado al ayuntamiento de la capital, fuentes consultadas han indicado que se dejaba ver con frecuencia por la "municipalidad".

Durante este tiempo también ha rehecho su vida. Desde hace cuatro años vivía en pareja con una periodista local que anteriormente había trabajado como modelo, a la que conoció durante un acto social. Ambos compartían domicilio en Rivadavia. Las fuentes consultadas han indicado que no ocultaba que era español, si bien su situación de prófugo era desconocida. A los más allegados les había hecho saber que había abandonado España no porque fuese buscado por la Justicia, sino porque temía por su vida.

El Ministerio de Seguridad de Argentina emitió ayer un comunicado de prensa en el que informó de que efectivos de esta agencia federal con base en Cuyo habían arrestado a Carlos Fernández en su domicilio "tras una exhaustiva investigación criminal" que incluyó seguimientos y tareas de campo en la que fue esencial la colaboración de España. "La cooperación internacional que promovemos en el ámbito de Interpol arroja resultados concretos. Este arresto fue posible gracias al trabajo conjunto entre la Argentina y España", recalcó la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Las autoridades argentinas también han asegurado que Carlos Fernández se ha sometido a operaciones quirúrgicas para "cambiar su fisonomía". No obstante, personas próximas a su entorno han puesto en duda esta afirmación. Al menos desde que aterrizó en San Juan no se le han apreciado cambios significativos en su aspecto, más allá de los 11 años que han transcurrido desde que abandonó España.

Aunque la Policía argentina pone de relieve que se ha tratado de una detención fruto de las pesquisas que ha desarrollado, el hermano del edil huido, el letrado Antonio Fernández, ha afirmado que se entregó voluntariamente para forzar una declaración de caducidad de los delitos que se le atribuyen en España.

Antonio Fernández, en su calidad de abogado, ha tratado de personarse en el procedimiento por el caso Malaya en defensa de su hermano y con el propósito de instar la prescripción. Esta primavera, poco después de que transcurrieran 10 años desde que se dictó la última orden de detención en febrero de 2007, presentó en el Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella un escrito pidiendo que se aceptara su personación, pero el juez rechazó la solicitud, decisión que fue apoyada por la Fiscalía y posteriormente ratificada por la Audiencia de Málaga.

El hermano explicó ayer que en esas circunstancias Carlos Fernández, que llegó a ser tercer teniente de alcalde de Marbella, decidió ponerse a disposición de las autoridades "del país en el que está", sin precisar dónde. Ayer por la mañana reconocía que estaba en dependencias judiciales, mientras horas más tardes la Policía Federal de Argentina publicaba en su perfil oficial de Twitter una imagen del concejal flanqueado por dos agentes.

El Juzgado de Instrucción número 5 de Marbella recibió a última hora de la mañana de ayer una comunicación oficial de Interpol en la que informaba que el concejal estaba detenido en Argentina. A partir de esa notificación el magistrado deberá determinar si los delitos por los que fue procesado Carlos Fernández han prescrito. Solo en el caso de que no hayan caducado se podrá iniciar el proceso de extradición para conducirlo ante los tribunales. En caso contrario, sus cuentas pendientes con la Justicia quedarían resueltas para siempre y podrá elegir si seguir con su vida en Argentina o volver a España sin necesidad ya de ocultarse.

No obstante, todos los detalles apuntan que Carlos Fernández ha afinado los números. El juez instructor del caso Malaya contra la corrupción político urbanística en Marbella dictó el 26 de junio de 2006 una orden de detención y presentación de Carlos Fernández que en octubre de ese año se convirtió en orden europea de arresto e ingreso en prisión. Los delitos de cohecho, prevaricación, malversación y fraude por los que fue procesado prescriben a los 10 años, de acuerdo con el Código Penal en vigor en el momento de los hechos. Además, suma otras dos órdenes de detención acordadas en noviembre de 2006 y febrero de 2007 en causas por prevaricación urbanística y coacciones que también caducan en el mismo periodo. Es decir, en el peor de los casos las infracciones que se le atribuyen podrían haber prescrito hacia febrero de este año.

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