En la economía, para bien o para mal, siempre hay círculos viciosos o virtuosos. En estos momentos, en plena crisis, toca uno negativo y eso se traslada a todas las esferas. El paro se ha disparado en la provincia y eso provoca que cada vez haya un mayor número de ciudadanos con menos capacidad para consumir. Además, es tal el temor que incluso aquellos que están trabajando están aminorando sus gastos y elevando sus ahorros por si acaso. El consumo, por tanto, está cayendo en picado y eso no sólo afecta a los comerciantes sino también al propio Estado que, al final, somos todos. Entre enero y noviembre del año pasado -los datos de diciembre se conocerán a mediados de febrero- Hacienda ingresó en concepto de Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) 409,7 millones de euros en la provincia por los 557 del ejercicio anterior, lo que representó un descenso del 26,5% (148 millones menos) respecto al mismo periodo del año anterior, según los datos oficiales de la Agencia Tributaria. Málaga fue la tercera provincia andaluza con mayor volumen de ingreso, tras Sevilla (766 millones) y Cádiz (460 millones).

En el conjunto andaluz, Hacienda ingresó un 24,7% menos por este concepto. En España, en total, los ingresos por IVA hasta noviembre ascendieron a 32.290 millones de euros, un 29,8% menos. Casi la mitad de ese importe se recauda en la comunidad autónoma de Madrid.

El consumo cae, los ingresos por IVA también y todo apunta a que esta tendencia será mayor a partir del verano pues el Gobierno ha anunciado que subirá este impuesto del 16 al 18% a partir de julio. Varios expertos consultados por este diario creen que esa medida será "negativa" para la economía malagueña y española ya que producirá un nuevo retraimiento a la hora de gastar. El Colegio de Economistas de Málaga, en un reciente informe, aseguraba tajante que "una subida de impuestos en estos momentos puede abortar la recuperación económica". Habrá que ver qué ocurre a partir de verano.