Aunque le preocupa que el nuevo sistema de financiación tenga carácter retroactivo, puesto que se ha firmado ahora y se aplica al presupuesto de 2013, lo que más le “indigna” es el mensaje subyacente de que “hasta ahora no hemos hecho nuestro trabajo”. En primer lugar advierte que es “perverso” vincular financiación a resultados y, en segundo, cree que “se desvirtúa la función del profesor” al indicarle cuántos alumnos tiene que aprobar. “Las tasas son poco afortunadas”, subraya.

En su opinión si se quieren tener indicadores sobre la evolución de los alumnos hay que tener en cuenta el perfil y advierte que los mismos profesores del Departamento de Estadística y Econometría 15 no consiguen los mismos resultados en la Facultad de Económicas que en la de Comercio. “La diversidad hay que tenerla en cuenta y fijar los objetivos por áreas”, puntualiza.

En cualquier caso no cree que el profesorado esté dispuesto a bajar el nivel. “Es una cuestión de ética y si no cumplimos los objetivos, perderemos la financiación”.