Málaga

El debate, una forma distinta de aprender

  • La Escuela de Debate de Málaga gana el concurso nacional universitario celebrado el sábado en Córdoba

Son jóvenes que acaban de empezar la carrera universitaria, tienen poco más de 18 años, pero ya se expresan en público mucho mejor que alguno de nuestros políticos. Hacen de la oratoria un arte, una forma distinta de aprender, de estar al tanto de la actualidad, de conocer las fuentes. Y ganan concursos nacionales. Un equipo de la Escuela de Debate Universitario de Cánovas Fundación de Málaga ha ganado el concurso nacional celebrado el pasado sábado en Córdoba. Dos de los cuatro miembros irán al campeonato mundial de debate en español, que se realizará del 20 al 29 de julio en Colombia.

Los medios de comunicación y la función que realizan en las sociedades democráticas fue el tema con el que el equipo malagueño venció a sus 18 contrincantes en el certamen nacional. En los sucesivos debates que tuvieron que entablar hasta llegar a la final tuvieron que defender posiciones a favor y en contra, rebatir lo que el otro equipo exponía e intentar desacreditar los argumentos del contrario.

"Puntúan las evidencias, los informes y noticias que lo respalden, obviamente tienen que ser evidencias verdaderas, si sacas algún dato falso te eliminan", explica Beatriz Picardo, miembro del equipo del Equipo Universitario Cánovas Fundación. Subraya que se suelen basar en estudios de fuentes reconocidas, en estadísticas y análisis publicados. "También puntúa cómo se exponen los argumentos, la comunicación no verbal, si te mueves, si no, si lees o si no, la voz...", agrega Picardo, que estudia primero del doble grado de Derecho y Administración de Empresa. "En las refutaciones te hacen preguntas desde el otro equipo, que intentan desacreditarte, ponerte nervioso", subraya la estudiante de la Universidad de Málaga, acostumbrada a manejar sus nervios para sacar el máximo partido a su oratoria.

Alejandro Pena es su compañero de fatigas, junto a Carmen Vallecillo, que estudia Medicina, y Javier Alonso, que cursa Magisterio. "Te quita tiempo de estudio, de ocio, pero es una forma distinta de aprender, hemos encontrado una gran calidad humana y mucha capacidad de trabajo, la gente no sabe el trabajo que tiene detrás un debate", dice Alejandro Penas, muy contento por el galardón obtenido el pasado fin de semana.

"Ni nosotros mismos creíamos que podíamos ganar un nacional universitario porque no hace ni un año que empezamos a debatir", asegura. Alejandro, compañero de estudios de Beatriz desde Bachillerato en el colegio San Estanislao, subraya que "en el interescolar de Bachillerato de Cánovas Fundación quedamos semifinalistas, y en Córdoba ganamos. Lo bonito es que hemos repetido misma hazaña del año pasado, un objetivo utópico que se ha conseguido con trabajo, constancia y humildad".

Entre un mes y 15 días antes del torneo, la escuela organizadora lanza los temas a los equipos participantes y, entonces, llega la hora de ponerse manos a la obra. Cada uno busca información por separado pero poco después inician la tarea de poner todo en común. También se reparten los papeles. En este último concurso, Javier hizo de introductor, el que presenta la línea argumental que el equipo va a seguir, Beatriz fue la primera refutadora, Carmen la segunda y Alejandro expuso las conclusiones. "Yo tengo que poner en la balanza todo lo que han dicho los equipos, intento desacreditar todo lo que han dicho gracias a las refutaciones de mis compañeras y darnos a nosotros por ganadores", comenta Alejandro Pena.

Otra modalidad es el debate parlamentario, el que tienen que improvisar un tema con tan sólo 15 minutos de antelación. Ese será el modelo del concurso internacional al que asistirán en Colombia y para el que les guiará su formador, Miguel Ángel Ruiz.

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