ramón adell. vicepresidente de la confederación española de directivos y ejecutivos (CEDE)

"La diferencia exagerada de salario entre directivos y empleados es censurable"

  • Unos 1.500 directivos se citarán hoy en Málaga en la conferencia anual de la patronal CEDE Adell reconoce que hay poco trabajo para los jóvenes pese a su alta formación

-¿Por qué han elegido Málaga para hacer su conferencia anual?

-Tratamos de ir pasando por las diferentes comunidades y además Andalucía tiene una asociación de directivos muy dinámica que se llama Adacem que nos manifestó interés desde hace tiempo por acoger esta jornada. Tenían razón porque hemos superado las expectativas con casi 1.500 inscritos. Ha sido uno de los años con mayor acogida.

-¿Hay más ánimo entre los empresarios ahora que dicen los economistas que la crisis está acabando?

-Las cosas están yendo un poco mejor, pero eso no quiere decir que podamos ser autocomplacientes. Cuando las cosas van un poco mejor nosotros mismos somos el mayor peligro porque, tras años de sacrificios importantes, ver un punto de esperanza puede hacernos caer en la autocomplacencia. No hemos salido de la crisis. Seguimos teniendo problemas importantes y un largo camino por recorrer, pero sí se aprecia un punto de inflexión.

-En la jornada de hoy van a hablar de estrategias para la recuperación, así que se ve algo de luz.

-Sí, estamos en ese punto en el que podemos empezar a hacer cosas para empezar a salir de crisis, pero hay que hacerlas. Creo que esta jornada debe ser la del optimismo responsable. Por un lado hemos de ser optimistas y ver la botella medio llena y, por otro, hemos de ser responsables porque queda mucho camino por recorrer. Hay muchas cosas que se están haciendo bien y que están dando fruto.

-¿Cómo cuáles?

-España está exportando mucho más y tiene una balanza comercial que este año va a terminar por primera vez en positivo, ha hecho una reforma laboral, está terminando la reforma del sistema financiero... Se han hecho cosas proporcionalmente con más intensidad que otros países de Europa. Estamos haciendo los deberes. Pero todo lo que se ha hecho no ha sido a golpe de BOE sino porque España ha vivido un proceso de ajuste de precios, salarios y márgenes sin precedentes. Detrás de ese gran ajuste está el sacrificio de muchos ciudadanos y muchas empresas.

-Con muchos parados y muchas empresas cerradas.

-Claro, claro. Por eso no podemos tener exceso de satisfacción sino seguir trabajando. Queremos transmitir la idea de que la salida de la crisis no la vamos a conseguir con subvenciones ni circuitos privilegiados de financiación, sino generando más actividad empresarial y dando a las empresas y emprendedores herramientas para que puedan ser más competitivos.

-Los expertos defienden la moderación salarial que acaba empobreciendo a la ciudadanía y, a la vez, que crezca el consumo. ¿Cómo casan ambos conceptos?

-En una primera etapa el ajuste salarial puede ser válido para ganar competitividad, pero no podemos simplemente vender más porque los salarios y los costes hayan bajado. Hemos de vender más porque hacemos las cosas mejor. Puede haber una política de choque para sobrevivir, pero después hemos de esforzarnos por ganar competitividad y eso se consigue utilizando mejor la tecnología y asumiendo que los mercados han dejado de ser locales. Hay empresas pequeñas y medianas que venden en cualquier lugar del mundo y eso es porque sus directivos han salido del despacho, han cogido la maleta y han buscado clientes donde estén. No nos podemos quedar sentados. Nosotros pensamos que el gran problema macroeconómico que tenemos es que existe un gran endeudamiento que nos ha llevado a esta situación, pero si analizamos históricamente cómo hemos salido de las crisis de deuda, vemos que se ha hecho con quitas, inflación o crecimiento. Las dos primeras no parecen previsibles, por lo que hay que crecer haciéndolo compatible con el déficit público.

-Cuando las empresas se asienten, se supone que se comenzará a crear empleo. ¿Cuándo será?

-Creo que el empleo en España se generará con crecimientos del 1,5 o el 2% pero eso no es un momento puntual sino una tendencia. Lo importante es entrar en la senda positiva y lo estamos haciendo. Tenemos la generación de jóvenes más preparada de la historia y es la que peor está tratando la coyuntura. Hemos invertido mucho en formar bien a los jóvenes, pero en estos momentos no les podemos ofrecer una alternativa profesional. Es algo que tenemos que corregir.

-¿Por qué el 95% de los contratos que se hacen son temporales?

-Porque las expectativas son inciertas y la temporalidad es un herramienta de defensa. En la medida en que las expectativas se despejen, la temporalidad bajará, pero tampoco hay que olvidar que la flexibilidad laboral es una buena herramienta de crecimiento.

-¿Por qué hay directivos que ganan millonadas y empleados que cobran tan poco?

-Cuando la diferencia es exagerada es censurable y no favorece el compromiso con los proyectos. Las empresas que mejor están sobreviviendo a la crisis son aquellas con directivos que comparten sacrificios y saben ilusionar al equipo con el proyecto. Los que son cómplices con su gente.

-Los empresarios critican por activa y por pasiva la falta de crédito y los bancos aseguran que no hay tanta demanda.

-Hay que encontrar un equilibrio y que los proyectos solventes y viables sí tengan el apoyo financiero necesario para llevarlo a cabo.

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