Adolfo está a las puertas de la jubilación y su "amor por volar" lo ha hecho plantease entrar en el mundo de los drones. Solo hay una traba: un marco legal acotado. Él recorrió ayer los pasillos de Hi!Drone, el salón tecnológico donde, ayer martes y hoy, se analizan los retos de esta innovación y los factores que determinarán los próximos pasos de administraciones públicas y fabricantes.

La tecnología de drones ha evolucionado hasta convertirse en una herramienta que, se prevé, dominará las próximas décadas con aplicaciones en múltiples ámbitos, como se ve en las múltiples casetas del pabellón. Quienes apuestan por este sector, señalan el mismo hándicap para que su integración en labores urbanas sea una realidad: la concreción de un marco legal más amplio. Para Federico Mazón, vicepresidente de la Asociación Española de Drones y Afines, esta es la mayor dificultad de una industria en auge que necesita una solución para dar un salto a nuevas aplicaciones y entornos. La innovación va un paso por delante de su adaptación, asegura.