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Las 20 dudas en el caso de la muerte de Lucía

  • Los abogados de la familia piden a la juez que siga investigando tras cerrar la Guardia Civil su atestado

Almudena Hidalgo y Antonio Vivar, junto a uno de los abuelos de la niña, en rueda de prensa.

Almudena Hidalgo y Antonio Vivar, junto a uno de los abuelos de la niña, en rueda de prensa. / Daniel Pérez / EFE

La familia de la niña Lucía Vivar, fallecida en julio en Pizarra junto a las vías del tren, ha pedido a la jueza de Málaga que lleva el caso que continúe adelante con la investigación y ordene la práctica de nuevas pruebas para determinar las causas de su muerte, una vez que la Guardia Civil ha cerrado su informe con la conclusión de que se trató de un hecho accidental. La familia esperará ahora la decisión de la jueza, que podría desestimar esta petición y dar carpetazo al asunto o ampliar la causa.

Los padres han pedido veinte aclaraciones sobre el informe elaborado por la Guardia Civil en el que se recogen los principales interrogantes que alberga la familia sobre este suceso y se cuestionan una serie de razonamientos que exponen los agentes en el informe de cómo sucedieron los hechos. Según la Guardia Civil, la niña de 3 años anduvo algo más de cuatro kilómetros entre los raíles, se recostó sobre los balastos y fue golpeada por el primer tren de la línea Cercanías C2 de la mañana entre las seis y las siete de la mañana del pasado 28 de julio.

Los padres consideran que en el informe no se explica cómo la menor pudo hacer ese "arduo recorrido" sin ni una sola lesión en sus rodillas y mínimas y casi inexistentes en manos, brazos y piernas. También les sorprende que no se investigue la aparición de un bote de cloroformo a escasos metros del lugar de la desaparición y el coche que estuvo aparcado en la zona, vehículo que podría coincidir con el que un testigo manifestó ver a alta velocidad en dos ocasiones por el pueblo.

En el escrito presentado ante la juez instructora recuerdan además que el grupo de profesionales que rastreó la zona no halló durante más de cuatro kilómetros "ni un solo indicio de que la niña hubiese andado por allí", así como que no hay ADN de la pequeña en ninguna de las muestras analizadas de los bajos del tren y no existe estudio histopatológico de las heridas, por lo que se preguntan quién les garantiza que las mismas las produjera el tren. Para la familia lo que sucedió a trescientos metros del lugar de aparición del cuerpo sin vida de la pequeña "es un cúmulo de interrogantes a los que ninguna diligencia practicada da respuesta".

Por todo ello, piden que se remita la totalidad del procedimiento a la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, así como se mande un oficio a la Policía local de Pizarra a fin de que informe de la realidad del hallazgo de un bote de cloroformo y que se busquen huellas dactilares.

Por otra parte, piden que se lleve a cabo a través de los investigadores la geolocalización de los teléfonos móviles encendidos en la zona donde desapareció la pequeña y se identifique a los titulares y su participación o no en la búsqueda. En la última y única hasta ahora comparecencia de los padres de la menor ante los medios, éstos afirmaron que dos informes periciales ponen en cuestión que la niña murió a causa del golpe de la locomotora.

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