YA el lunes, en el programa La Tapadera de Popular TV, el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, se mojaba a las claras. Le parecía deseable y oportuno que su homólogo de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, acompañara en las listas a Mariano Rajoy. De la Torre, que no podía prever la tormenta de insondables consecuencias que iba a tener lugar dos días después, aseguraba que Gallardón aportaba muchas cosas al partido y dudaba de que su asistencia al Congreso de los Diputados, siendo regidor madrileño, fuera a robarle mucho tiempo. Aunque el alcalde malagueño también dejó ver que él no consideraría nunca compatible su trabajo con el de la Cámara Baja o el Parlamento andaluz, en un mensaje claro a otros alcaldes candidatos que parecen tener en poca estima el trabajo municipal.

Ayer viernes, De la Torre no sólo mantuvo sus declaraciones, sino que abundó en ellas. Ya son varias las ocasiones en que el regidor malagueño se sale del aburrido oficialismo de partido para mantener una postura moderada y razonable. Los matrimonios gays, el veto al grupo Prisa y ahora la humillación de Gallardón.

El caso es que no es el único malagueño que apoyaba al derrotado alcalde de la capital de España, que lleva muchos años veraneando en la Nerja de José Alberto Armijo y que también cuenta con el aprecio de Celia Villalobos. El miércoles, horas antes de que se precipitara la reunión que puede haber dado autoridad a Mariano Rajoy dentro del partido pero también haberle hecho perder muchos miles de votos, como proclamaba el protector Manuel Fraga, Esperanza Aguirre paseaba su felicidad por Málaga, donde asistió a un almuerzo-mitin en el hotel Barceló con Javier Arenas y Joaquín Ramírez. Debía de intuir el varapalo que se iba a llevar su íntimo rival, porque la sonrisa no se le borraba de la cara. Antes de partir al fatídico encuentro en Génova, tuvo tiempo de echar un poquito más de tierra a las aspiraciones de Javier Arenas de convertirse en presidente de la Junta, pues Aguirre recurrió al viejo y castigado tópico de que los andaluces son un pueblo adocenado, cautivo y atrasado. Un discurso que jamás le ha salido rentable en las urnas a los populares andaluces, que ya podrían ir aprendiendo.

zafarrancho bancario

El miércoles de la próxima semana hay convocada una reunión de los principales directivos de Unicaja, los directores de sucursales y prácticamente todo el que tiene algo que decir en la concesión de créditos para analizar las nuevas comisiones que implantará la entidad financiera que dirige Braulio Medel.

No es ningún secreto que el sector bancario no atraviesa su mejor momento en lo que a liquidez se refiere y que hay que buscar nuevas fuentes de ingresos y resultados. Si hace poco menos de un año la batalla por las hipotecas estaba en todo lo alto, ahora la pelea está en obtener depósitos y en la rentabilidad que se saca a cada operación. Y Unicaja, primera entidad de Andalucía, no puede ser ajena a la situación actual de incertidumbre en el campo inmobiliario