Málaga

La escuela concertada frente al desconcierto demográfico

  • La población escolar de 3 a 5 años ha caído un 15% en la última década, mientras que la tasa de natalidad retrocede a niveles desconocidos desde hace 15 años en Málaga

La escuela concertada frente  al desconcierto demográfico

La escuela concertada frente al desconcierto demográfico

La pérdida de 9.000 alumnos de educación infantil en los colegios de Málaga durante la última década, sumada a la tasa de fecundidad más baja en 15 años permiten aventurar cambios de calado en el panorama educativo. Frente a los 58.137 estudiantes de 3 a 5 años que había en 2005, el año pasado eran 49.108 (-15%). Esta caída de la población escolar registrada en la provincia significa a medio plazo un retroceso del 8,4% en primaria y casi del 13% en secundaria.

Un efecto previsible y en algunos casos temido de estos datos es una reorganización de las infraestructuras destinadas a la enseñanza. Ahí radica en gran medida la inquietud del sector de la educación concertada en Andalucía que acaba de iniciar una campaña de movilizaciones para exigir que no se anulen unidades sostenidas con dinero público en los centros privados.

La Junta asume las nóminas del personal docente de los colegios concertados

La educación concertada la implantó en España el Gobierno de Felipe González en 1985 con la Ley Orgánica reguladora del Derecho a la Educación (LODE). Aquel primer ejecutivo socialista tuvo que conjugar factores como el derecho a la educación universal reconocido en la Constitución de 1978, una población escolar que todavía crecía a buen ritmo y la falta de colegios para atender al conjunto de la demanda. La solución fue incorporar la escuela privada, mayoritariamente dependiente de órdenes religiosas que acumulaban una larga tradición en la enseñanza, al sistema público a través de conciertos económicos. Esta fórmula, realmente poco extendida en otros países, consiste fundamentalmente en que la Administración asume el coste de la educación a través de transferencias de dinero a las empresas titulares de los colegios.

Estas circunstancias han conducido a que de los 225.686 alumnos escolarizados en educación infantil, primaria y secundaria en la provincia de Málaga el curso pasado, 44.851 estuvieran en centros concertados, es decir, algo menos del 20%. Su distribución por las diferentes etapas contiene algunas diferencias. Por ejemplo, la escuela concertada acoge al 22% del alumnado de 3 a 5 años, el 19% de primaria y el 22% de secundaria, de acuerdo con las estadísticas oficiales de la Junta de Andalucía.

Aunque la consejera de Educación, Adelaida de la Calle, ha tratado de calmar al sector de la educación concertada al afirmar que no ha previsto reducir el número de aulas sostenidos con el presupuesto público, el retroceso de la cifra de estudiantes en los primeros años de escolarización unido a la caída de la tasa de fecundidad solo permite pronosticar que a medio plazo el panorama educativo, tanto español como andaluz, experimentará cambios.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) recoge que la proporción de bebés que nacen en Málaga por cada 1.000 mujeres en edad fértil es la más baja desde 2000. En 2015 el INE únicamente registró 39 nacimientos por cada millar de mujeres en edad de ser madres. Entre 2003 y 2008, al calor del boom económico y la llegada de familias inmigrantes que de promedio alcanzan tasas de fecundidad mayores, la proporción de niños nacidos remontó de manera significativa. El tope se alcanzó en 2008 con 48 bebés por cada 1.000 mujeres en edad fértil. Ahora, en cambio, se contabilizan nueve nacimientos menos por cada 1.000 mujeres.

¿En estas circunstancias y con perspectivas la necesidad de infraestructuras educativas es la misma? Esta pregunta inquieta. Francisco Luis Martínez Villar, presidente en Málaga la Asociación de Escuelas Católicas, reconoce que la demografía es un elemento que introduce incertidumbre en el terreno de juego, pero sobre todo teme que sea un "pretexto" que oculte un "fondo ideológico" de otro tipo en contra de la escuela concertada. Señala la existencia de "grupúsculos minoritarios" y alude específicamente a Izquierda Unida, Podemos y las Mareas que presionan para que "desaparezca la concertada".

Representante de una patronal que agrupa en la provincia 69 centros con 1.400 aulas sujetas a concierto con la Junta de Andalucía, que emplea a 2.000 profesores e imparte enseñanza a 35.000 alumnos, dice que le "duelen los tópicos". Rechaza las acusaciones de elitismo y recuerda, por ejemplo, que el centro SAFA-ICET de El Palo, perteneciente a una fundación jesuítica y del que fue director 14 años, ha llegado a tener entre sus alumnos un 35% de inmigrantes. Alude además al colegio de Las Misioneras en La Palmilla o La Goleta, dependiente de las Hermanas de la Caridad, en el barrio de El Molinillo.

Reivindica que la enseñanza concertada pertenece a la red pública, "lo dice la Constitución y el artículo 3 de la Ley de Educación de Andalucía", y subraya que esta escuela "no es subsidiaria", sino "complementaria" de la pública. Argumenta que los centros concertados son expresión del derecho a la libertad de enseñanza que consagra la Constitución. Desde este planteamiento propone "reflexión y diálogo" para encontrar salidas al desafío de la demografía. "A lo mejor la solución no es cerrar aulas o colegios, sino bajar la ratio", propone.

La Consejería de Educación afirma que no tiene "intención de modificar el modelo de concierto y "convivencia" de la enseñanza pública y concertada que se mantiene "desde hace más de 30 años", si bien, a preguntas de este periódico fuentes oficiales de la Delegación de Educación en Málaga recuerdan que la Lomce amplía a seis años los conciertos en primaria, cuando siempre se han cerrado los acuerdos por cuatro años. De hecho, ahora está en negociación el marco que regirá hasta el año 2021 en educación infantil y secundaria y hasta 2023 en primaria. Este cambio se entiende desde la administración educativa como "un giro hacia la privatización" y advierte que la Consejería "pretende" contrarrestarlo.

Los colegios concertados funcionan fundamentalmente con fondos públicos. La Junta de Andalucía asume directamente el pago de la nómina de sus 3.235 maestros y profesores empleados en todas las etapas, incluido bachillerato y formación profesional en la provincia de Málaga. El personal docente es seleccionado por el director y la empresa titular del centro con los criterios que establezca el consejo escolar. Sus sueldos, salvo complementos como los sexenios, equivalen a los que rigen en la escuela pública. Los costes de personal docente suponen en torno al 70% del gasto de funcionamiento. Sin embargo, las tarifas correspondientes a servicios complementarios como el comedor, actividades extraescolares, transporte, gabinete médico o psicopedagógico son asumidas por las familias.

Francisco Luis Martínez Villar sostiene que la educación concertada cuesta la mitad que la pública, si bien desde la Consejería de Educación se recuerda que a efectos de costes solo están disponibles los datos que proporciona el Ministerio de Educación, que establece en Andalucía un coste de 4.595 euros por alumno en centro público en el curso 2013/2014.

Educación advierte, por otra parte, de circunstancias que encarecen la escuela pública: "Alcanza la práctica totalidad del territorio, incluyendo pequeñas localidades con escaso alumnado, mientras que los centros concertados se concentran sobre todo en las capitales de provincia y localidades más pobladas". Recuerda que el coste del puesto escolar no es uniforme puesto que es más elevado en bachillerato y formación profesional, mientras que la mayor parte de las plazas privadas financiadas con fondos públicos se localizan en primaria y secundaria. En tercer lugar destaca que el alumnado con necesidades educativas especiales, que requiere más recursos, acude mayoritariamente a colegios públicos.

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