Con más de 25.000 visitas y cientos de retuits, el vídeo protagonizado por un profesor de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Málaga ha revolucionado a los internautas. "Que tú te saltas las leyes que impones a los demás. Quien tenga aguante que aguante, que como yo no lo tengo salgo a la calle a gritarte con pancartas y consignas. Aquí hay cositas que yo no quiero". Con esta letra, Miguel López Castro puso ritmo a su particular visión sobre la reforma de la ley de Educación propuesta por el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert. A modo de protesta, se arrancó a cantar por soleares para reivindicar, a su vez, que el flamenco se haga un hueco como actividad en las aulas. Y lo hizo en un contexto tan atípico como es el acto de graduación de Psicopedagogía, que aunque tuvo lugar el pasado 29 de junio continúa captando la atención de miles de personas.

La sorpresa de los familiares y miembros de la comunidad educativa allí presentes fue mayúscula, casi tanto como la repercusión que un mes después sigue teniendo entre los estudiantes. "Los  alumnos decidieron en asamblea que fuera yo quien representara al profesorado en la fiesta de graduación. Me sugirieron que ese día cantara puesto que en la asignatura que impartí introduje una experiencia didáctica relacionada con el flamenco", explicó ayer a este periódico el docente. Aunque, según reconoce, en un principio descartó la idea de echar mano del cante, a medida que fue "construyendo el discurso", decidió que debía ser coherente con el mensaje que había transmitido a sus alumnos el resto del curso. "La reforma educativa es un retroceso muy fuerte para el sistema puesto que va a generar una brecha mayor que la que ya existe en desigualdad y afectará a los más desprotegidos", aseveró López Castro, que tildó de "lacra" el aumento de las tasas y la reducción de profesores e interinos que se están llevando a cabo. A su juicio, "usar las evaluaciones para pasar de ciclo" no es más que un "atraso". "Este método incrementará el fracaso escolar e irá en contra de las clases más deprimidas, sobre todo las que no pueden costearse clases particulares para fortalecer su competitividad", criticó el profesor. Una reforma que, en su opinión, constituye "un cúmulo de despropósitos" y que pretende generar "una sociedad elitista", lo que va en detrimento, matizó, "de la calidad de la enseñanza".

Pero además de su denuncia de la reforma de la ley propuesta por el Gobierno, con su arranque por soleá en la graduación de Psicopedagogía quiso también reivindicar la integración del flamenco en las escuelas y que forme parte de los planes de estudios de las universidades. "La UMA le dedica tiempo pero como acto cultural. Tiene que incluirse en la oferta curricular. En mi caso, uso la asignatura que imparto como experiencia didáctica", afirmó el docente, que asegura haber recibido numerosas felicitaciones por parte de compañeros y "ninguna crítica". "El alumnado está entusiasmado. Es poco común, inusual. Nunca antes había ocurrido algo así en un acto de graduación. Tengo conciencia plena de lo que he hecho en un entorno democrático, que no es más que dar mi opinión", precisó.

Un momento que Miguel no olvidará fácilmente. "Había 500 personas en la sala. Mi fortaleza y mis ganas de pronunciar el discurso estaban centradas en mis alumnos, sentados en las dos primeras filas. Recuerdo que había caras de sorpresa. Escuché alguna risa nerviosa y hasta vi varias lágrimas saltadas. Fue un momento intenso y me resultó muy impresionante la concentración de los asistentes, que me escuchaban en silencio, con atención y respeto", expresó  el profesor, orgulloso de su éxito.