El Quinqué

De la euforia al desánimo

  • Las elecciones autonómicas están a la vuelta de la esquina y PP y PSOE parten con sensaciones distintas. Los populares están eufóricos y los socialistas están inmersos en la realización del programa electoral

EL año político se inicia en Málaga marcado por la celebración de las elecciones andaluzas, que serán las terceras en un periodo de 12 meses, y con una actitud completamente diferente en los dos grandes partidos que de nuevo serán los principales protagonistas de los comicios. El Partido Popular se enfrenta a las urnas marcado por la euforia provocada por sus éxitos, tanto en las municipales, como en las generales y con el deseo, puesto de relieve de manera insistente, de lograr la alternancia en la Junta de Andalucía, después de 30 años de poder socialista. Además, los populares malagueños atraviesan un momento dulce a nivel interno, lo que posibilita la cohesión necesaria para encararse a este nuevo reto. Una muestra del ambiente que se respira en las filas populares se pudo palpar ayer en la amplia embajada de cargos públicos, cerca de 20 personas, algunas de ellas visiblemente emocionadas, que se desplazó a Madrid para asistir a la toma de posesión de Juan Manuel Moreno Bonilla, como nuevo secretario de Estado de Política Social e Igualdad, y que luego celebraron el ascenso del alto cargo malagueño compartiendo un caldero de arroz en un conocido restaurante de la capital.

Las ganas, nada disimuladas, de comerse el mundo se pusieron de relieve en el acto de presentación del equipo encargado de gestionar la nueva campaña electoral, en donde el presidente provincial del PP, Elías Bendodo, dedicó buena parte de su intervención a arengar a la tropa para "que se consolide el motor del cambio" y cumplir el objetivo más complicado que se le presenta al PP, sentar a Javier Arenas en San Telmo, para lo que será necesario ganar las autonómicas en Málaga con el mayor número de escaños posible.

Por el contrario, en el PSOE de Málaga se respira una sensación de desánimo en muchos de los cargos públicos que conforman la administración andaluza en la provincia. En estos días de encuentros protocolarios navideños muchos de estos responsables políticos socialistas no hacían nada por disimular lo que parece una falta de energía para afrontar el futuro. Una actitud distinta a la mantenida por los militantes más críticos, que también disienten de la postura adoptada por los jefes de fila y exigen a sus cargos públicos y orgánicos el impulso suficiente para afrontar el proceso electoral con un mínimo de garantías de éxito.

En este sentido, la dirección provincial parece dispuesta a recuperar el tiempo perdido y para hoy mismo el secretario general, Miguel Ángel Heredia, ha convocado la primera reunión de trabajo de los grupos sectoriales del PSOE para proseguir en la labor de confeccionar el programa electoral socialista. En este encuentro estarán presentes, entre otros, los consejeros Luciano Alonso y Paulino Plata, así como la delegada del Gobierno andaluz en Málaga, Remedios Martel.

Aunque, por otra parte, cunde la impresión de que el proceso precongresual a nivel federal está distorsionando los preparativos de los socialistas para la trascendental cita con las elecciones andaluzas. Llega a dar la impresión de que el aparato dedica más atención a los movimientos previos al cónclave de febrero que a poner a punto la maquinaria electoral, que no debería sólo centrarse en aprovecharse de las consecuencias de las medidas de ajuste que ya está adoptando el Gobierno de Mariano Rajoy, recordando al electorado que ya advirtieron de la que se venía encima y que ahora deben volver a entregar su confianza al PSOE.

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