La familia de Manuel José García Caparrós, el joven de 18 años asesinado de un disparo en Málaga en la manifestación del 4 de diciembre de 1977 que reclamó la autonomía para Andalucía, solicitó ayer una tumba que recuerde a la víctima, cuyos restos descansan actualmente en un osario.

En el 30 aniversario de la muerte de Manuel José, Dolores García, su hermana menor, ha asegurado que le gustaría que el enterramiento de su hermano fuera "mucho más especial", de forma que quien quisiera visitarlo "supiera dónde está". A su juicio, "no se merece" donde está, aunque precisó que la familia hizo lo que pudo en su momento con los medios que tenía.

Dolores explicó que podría ser un pequeño panteón en el mismo cementerio donde se encuentran sus restos, el de San Gabriel de la capital malagueña, y que las autoridades nunca le han dicho nada al respecto. La hermana de Manuel José manifestó que si la familia recibe una indemnización en virtud de la Ley de la Memoria Histórica por su hermano, quizás le den ese destino. Luego recordó que el Ministerio de Interior ha denegado la solicitud formulada para que el asesinato fuera reconocido como acto terrorista al presentarse fuera de plazo, por lo que no pueden recibir indemnización, según la carta que han recibido de la Subdirección general de Ayuda a las Víctimas del Terrorismo y Atención Ciudadana.

Los restos de Manuel José García Caparrós, nombrado Hijo Predilecto por el Ayuntamiento de Málaga en 2004, cuando se le concedió la Medalla de la Ciudad a titulo póstumo, están junto a los de sus padres en un osario en San Gabriel, a donde fueron trasladados hace siete u ocho años procedentes del cementerio de San Miguel de Málaga.

Dolores García guarda entre los recuerdos de su hermano, que trabajaba llenando botellas en Cervezas Victoria, su cartera y las 200 pesetas que llevaba aquella jornada fatídica en la que se manifestaba junto a una multitud de malagueños por la autonomía andaluza. Una bala lo hirió mortalmente y lo mató.