Terremoto en México

La familia de Jorge Gómez, desesperada por la falta de noticias

  • La cifra de fallecidos por el seísmo aumenta hasta los 324

  • Los cascos de quienes trabajan en los rescates muestran mensajes de esperanza

Tareas de rescate en el edificio donde se encuentra el malagueño.

Tareas de rescate en el edificio donde se encuentra el malagueño.

La desesperación crece entre la familia de Jorge Gómez conforme van pasando las horas sin que sea rescatado. "Aún no sabemos nada de Jorge. No nos dan noticias. Estamos muy desesperados", escribía su hermana Carmen este lunes en su cuenta de Twitter, ya que hasta el momento no han recibido ninguna novedad desde México.

Desde el terremoto ha pasado casi una semana y los equipos de rescate aún no han conseguido dar con el malagueño. Según ha informado el diario mexicano El Debate, el coordinador de asesores de la Secretaría de Movilidad de la Ciudad de México, Humberto Morgan, ha indicado que unas 44 personas permanecen atrapadas entre los escombros del edificio Álvaro Obregón 286 de Ciudad México.

La familia del malagueño de 33 años se agarra a las esperanzas que restan y se niega a rendirse. "Sabemos el tiempo que ha pasado, sabemos que cuando pasan 72 horas es todo más complicado, pero uno siempre se agarra a esa pequeña posibilidad", dijo ayer Alejandro Gómez, hermano de Jorge, a este diario.

Jorge podría estar cerca de las escaleras de la segunda planta el edificio derrumbado, ya que cuando este cayó él se encontraba asegurándose de que sus compañeros salían de la infraestructura sanos y salvos. Ese es un detalle -permanecer en las escaleras- que ha mantenido hasta hace unas horas a entre cuatro y seis personas en una "bolsa de aire", como la denomina Alejandro, que haría posible que se encontraran supervivientes en el bloque.

La mayor preocupación de la familia, el riesgo de derrumbes mientras se realizan las labores de rescate, terminó hace un par de días cuando se colocaron soportes que, en principio, lograrían resistir los trabajos de la UME y eventuales réplicas del terremoto. Por su parte, el Ministerio de Exteriores considera que la operación se adentra en una fase decisiva, si bien "aún no es posible aventurarse" en saber lo que ha ocurrido con Jorge. El ministerio espera que a pesar de que han pasado las 72 horas en las que la búsqueda se centra encontrar supervivientes, haya cuidado en las labores. 

Mientras las labores de rescate continúan, pasados ya seis días del sismo de magnitud 7,1 en la escala de Richter que azotó México el pasado martes, los cascos de protección de los miles de mexicanos que realizan estos trabajos muestran mensajes de todo tipo que apelan a no perder la esperanza.

"Quien no vive para servir, no sirve para vivir"; "100 % chingones" (extraordinarios) o "Gracias por tu esfuerzo" son algunos de los mensajes rotulados que acompañan al trabajo titánico que están realizando la ciudadanía y las autoridades.

Estos mensajes son pintados por los propios miembros de los equipos de rescate y por las personas que están pendientes de atenderles por si tienen heridas, cortes o entumecimientos durante su actividad, que requiere de una disponibilidad de 18 a 24 horas.

La razón de pintar los cascos es clara: que cuando uno de estos trabajadores mire a un compañero, pueda sentir palabras de aliento que le recuerden que, pese a que el tiempo se agota, todavía quedan motivos para continuar.

Tampoco le falta al mexicano el humor ante esta situación catastrófica, que se ve reflejado en sus cascos con dibujos como la cara de personajes como Homer Simpson o una calavera pirata.

En las latas de víveres que llegan cada día a los centros de acopio situados por toda la ciudad, los mensajes también están presentes.

"Las quesadillas se comen con queso. Animo" o "Tu fuerza es mi fuerza. Vamos, México", son algunos de los mensajes que los mexicanos encuentran en su camino por rescatar a su gente.

El terremoto se ha cobrado la vida de al menos 324 personas y por el momento las autoridades de Ciudad de México han garantizado que las labores de rescate continuarán.

El aguante del cuerpo humano en situaciones extremas es de 72 horas según expertos y los equipos de rescate siguen desbordados trabajando por salvar vidas

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