Sólo en torno a un 1,5% del aproximadamente un millar de farmacéuticos que hay en la provincia malagueña se ha acogido al derecho a la objeción de conciencia desde que el pasado verano se autorizase la venta sin receta de la píldora poscoital, según informó el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Málaga. Al respecto, explicó que éste es un medicamento que tiene un mecanismo de acción diferente según el momento del ciclo en el que se encuentra la mujer. Así, antes de la ovulación, lo que hace es inhibirla, por tanto, no hay ningún espermatozoide fecundando óvulo alguno. Sin embargo, apuntó, "el problema ocurre cuando ya el óvulo está fecundado y, por consiguiente, se ha formado ya la célula que va a generar un ser humano". Es en este punto donde la píldora del día después actúa impidiendo que se produzca la implantación.

Según precisó el responsable del Colegio de Farmacéuticos, es aquí donde radica el motivo por el que algunos profesionales practican este derecho constitucional que es la objeción de conciencia, "ya que entienden que un óvulo fecundado que se está implantando tiene carácter de ser humano" y, por tanto, el consumo de este fármaco provocaría el aborto. La dispensación del medicamento en la provincia de Málaga ha crecido entre el 30 y 40 por cierto desde que se pusiese en marcha la nueva medida, una subida que Tudela calificó de "importante", especialmente, si se tiene en cuenta que la inadecuada utilización de este fármaco a largo plazo conlleva riesgos para la mujer.